En muchos almacenes, se podría decir que las estanterías “forman parte del paisaje”. Se usan a diario, soportan cargas pesadas y se integran en la operativa sin que nadie repare demasiado en ellas. Pocas veces se les hace una Inspección Técnica de Estanterías que confirme su estado real.
Así, es habitual encontrar estructuras que llevan años en uso sin haber pasado una sola revisión técnica. Mientras todo parece estable, el tema se deja pasar. Pero la estructura aguanta… hasta que un día deja de hacerlo.
Una estantería deteriorada, mal anclada o deformada por pequeños impactos repetidos compromete la seguridad, tanto de los operarios como de la mercancía, y puede generar problemas que se podrían haber prevenido.
En este post explicamos qué es una Inspección Técnica de Estanterías (ITE), por qué conviene integrarla en la gestión habitual del almacén y qué aspectos hay que tener en cuenta para mantener la instalación en condiciones seguras y eficientes.
Qué es la ITE: cómo se inspeccionan las estanterías industriales
La Inspección Técnica de Estanterías (ITE) es una revisión estructurada del estado de los sistemas de almacenaje, con el objetivo de detectar daños, deformaciones, errores de instalación o cualquier otro factor que pueda afectar a la seguridad o al funcionamiento del almacén.
Aunque el término “ITE” no figura como tal en la normativa con carácter oficial, sí se utiliza de forma habitual en el sector logístico para referirse a la inspección técnica anual, que incluye:
- Comprobación de alineación, verticalidad y nivelado.
- Estado de largueros, bastidores, anclajes y bases.
- Detección de impactos, deformaciones o sobrecargas.
- Verificación del etiquetado, señalización y accesibilidad.
- Evaluación de las condiciones de uso según las recomendaciones del fabricante.
La inspección puede realizarla personal del propio almacén con formación específica para ello (inspección visual periódica), pero se recomienda contar con personal externo o independiente al menos una vez al año para una evaluación completa y objetiva.
>> Estos son los 5 tipos de estanterías industriales más habituales en el almacén.
¿Por qué es importante? Riesgos reales y consecuencias
Las estanterías industriales soportan toneladas de peso cada día. Pero a diferencia de otras estructuras, están sometidas a impactos constantes: carretillas que rozan, cargas que se colocan mal, movimientos bruscos que acaban afectando a la estabilidad.
El deterioro no siempre es evidente. A veces basta con una pequeña deformación que pasa desapercibida para que, con el tiempo, la estructura se resienta. Esos daños acumulados son uno de los principales riesgos en almacenes con alta rotación.
Una estantería dañada puede fallar sin previo aviso. Y cuando eso ocurre, las consecuencias pueden causar daños muy graves, tanto personales como económicos.
Pero además del impacto en seguridad, hay otro riesgo menos visible: el coste de ignorar el mantenimiento preventivo. Una estructura fuera de tolerancia (el margen de error permitido) puede obligar a restringir el uso de ciertas ubicaciones, reorganizar el layout o asumir una reparación más costosa de lo que habría supuesto una revisión preventiva.
Qué dice la normativa
La inspección técnica de estanterías está contemplada en la norma UNE-EN 15635:2009, relativa al uso y mantenimiento de sistemas de almacenaje en estanterías metálicas. No se trata de una ley, pero sí de una norma técnica reconocida a nivel europeo, utilizada como referencia habitual en entornos industriales y logísticos.
Esta norma establece tres niveles de inspección:
- Inspección visual continua: realizada por el personal del almacén durante el uso diario, con formación básica para detectar daños visibles o riesgos evidentes.
- Inspección frecuente: recomendada semanalmente, para revisar elementos clave de la estructura y asegurar que no hay desviaciones en verticalidad, elementos sueltos o señales de impacto.
- Inspección técnica anual: realizada por una persona competente, con formación específica o acreditación profesional. Es la revisión más completa y debe quedar registrada por escrito.
Aunque no se impone como obligación legal directa, su cumplimiento se considera una buena práctica de prevención de riesgos laborales y puede ser requerido por servicios de prevención, auditores o aseguradoras en caso de accidente.
En cualquier caso, conservar un registro de estas inspecciones y aplicar medidas correctivas cuando sea necesario es una forma clara de proteger a los operarios, asegurar la continuidad del servicio y evitar responsabilidades en caso de incidente.
Cómo incluir la ITE en la gestión operativa del almacén
La Inspección Técnica de Estanterías no debería tratarse como una medida puntual, sino como parte del mantenimiento habitual del almacén.
Basta con establecer una frecuencia razonable, asignar responsables internos para las revisiones visuales y contar con soporte técnico externo cuando sea necesario. Registrar las incidencias y actuar sobre ellas es clave para prevenir daños mayores.
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