Etiquetas en almacén: código de barras vs. RFID

Almacén, Tecnología
Etiquetas logísticas

¿Es posible acceder a toda la información de un producto de tu almacén? Origen, fecha de entrada, existencias, ubicación, caducidad, destino… ¿Y además, disponer de esos datos en tiempo real? 

¿Se puede? Se puede. Y por eso hoy vamos ha hablar de la importancia de las etiquetas en logística. 

Y además, vamos a comparar dos sistemas de etiquetado: el código de barras y el RFID, y veremos cuáles son sus pros y contras en el proceso logístico.

 

Principales diferencias entre el código de barras y RFID

Primero, las presentaciones. ¿Qué es el código de barras y el RFID?

El código de barras lleva muchos años siendo un sistema eficaz para la organización de los productos en almacén y para controlar su trazabilidad. Todos estamos familiarizados con estos códigos y podemos identificarlos: una combinación gráfica de líneas paralelas más una secuencia numérica. 

Aunque se patentó en los años 50 del siglo pasado, no fue hasta la década de los 80 cuando su uso se generalizó con fines logísticos y comerciales. Huelga decir que supuso una revolución en el sector.

Con ese sistema de etiquetado se podía controlar cada producto individualmente. La lectura de la información que contenía el código revelaba toda la información necesaria para ubicarlo en la cadena de suministro. 

Supuso un aumento del control, reducción de tiempos y más eficiencia en todos los procesos, y sigue siendo ampliamente utilizado.

En cambio, la tecnología RFID se basa en la identificación por radiofrecuencia. Tampoco es precisamente nueva, pero su aplicación ha tardado más en generalizarse.

En el caso de la logística y las soluciones de almacén, su aplicación ha crecido sobre todo en la última década, en el contexto de los cambios que trae la logística 4.0 y la progresiva digitalización de todo el sector. 

En este caso, las etiquetas o tags llevan integrado un chip de almacenamiento que contiene toda la información del producto. Si quieres saber más, lee aquí cuáles son los 5 principales beneficios de un sistema RFID para tu empresa.

¿Cómo saber, a día de hoy, qué sistema implantar en tu almacén? ¿Cuáles son las diferencias entre un sistema y otro? Vamos a contarte las más relevantes:

 

1. Información que contiene cada etiqueta

El código de barras tiene más limitaciones en cuanto a la cantidad de información que contiene. Además, una vez impresos los códigos, ya no hay posibilidad de modificarlos en el caso de que algún dato varíe. Es decir, no se pueden reescribir.

Las etiquetas RFID tienen una capacidad mucho más amplia. Además, el chip es una tecnología de lectura y escritura, de forma que puede modificarse la información contenida las veces que sea necesario. Son más versátiles por ese motivo, y tienen una vida más larga.

 

2. Modo de lectura

Para leer los códigos de barras hace falta un lector fotoeléctrico. El código debe situarse a una distancia y en una posición correctas para que el lector pueda recibir los datos (es lo que se llama estar en línea de visión) y la lectura se realiza producto a producto. 

Es importante señalar que la mercancía no puede estar en movimiento en el momento de pasar por el lector y generalmente hace falta un operario que lleve a cabo esa tarea.

Las etiquetas RFID emiten una señal que es captada por sensores estratégicamente colocados en puntos de paso. Estos sensores pueden recibir la información de la etiqueta en movimiento, sin necesidad de establecer contacto en línea de visión. 

También permiten muchas lecturas simultáneas. Por lo tanto, no hace falta la intervención de un trabajador para hacer las lecturas una a una. Simplemente, hay que pasar el producto etiquetado por el radio de acción del sensor.

 

3. Seguridad y durabilidad

Las etiquetas con código de barras son muy sensibles. La humedad o la abrasión pueden dañarlas fácilmente y hacerlas ilegibles. Además, son fáciles de manipular, ya que para reproducirlos basta con una impresora. Por todas esas razones, es un sistema de etiquetado económico.

Las tags RFID suponen una inversión mayor (aunque se están abaratando a medida que su uso se generaliza), pero a cambio ofrecen otras prestaciones: mejor conservación y durabilidad, ya que resisten mejor las agresiones que puedan sufrir en almacén. Además, no son fáciles de falsificar y pueden reutilizarse.

Como resumen, estos son los pros y contras más destacados de ambos sistemas:

Código de barras:

  • Pros: Es práctico y de bajo coste. Tiene una amplia implantación, las lecturas son fiables y no requiere gran infraestructura para implementarlo. 
  • Contras: Contiene información limitada y se puede falsificar. Las etiquetas se dañan con facilidad. No permite lectura en movimiento, debe aplicarse el lector individualmente, y en un ángulo correcto.

RFID:

  • Pros: Etiquetas muy resistentes, con gran capacidad para almacenar datos. Permiten reescritura y reutilización. Pueden leerse muchas etiquetas simultáneamente, en movimiento y desde cualquier posición.
  • Contras: Coste más elevado. 

Además, el sistema RFID necesita un software específico, que se vincula al SGA de la empresa y que mejorará aún más la gestión logística. 

Puede parecer una gran inversión, pero un sistema RFID correctamente integrado en el SGA, obtiene un retorno de inversión a corto o medio plazo. Puedes leer más en este post: Cómo amortizar un SGA, así puede ayudarte la tecnología RFID.

 

Etiquetado de productos: ¿te ayudamos a elegir el mejor sistema?

Las soluciones basadas en la digitalización de procesos son las que tienen una proyección mayor a medio y largo plazo. Simplemente porque el futuro apunta en esa dirección.

Así que si estás pensando en implementar un sistema de etiquetado para tu almacén, la tecnología RFID puede ser lo que necesitas.

¿Quieres que hablemos de ello? En SCM somos expertos en soluciones de radiofrecuencia, y gestionamos desde el diseño de los procesos hasta la puesta en marcha del sistema completo. Ponte en contacto con nosotros y cuéntanos tu proyecto. 

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