Almacenaje on demand

Almacenaje on demand: la flexibilidad total en almacenamiento logístico

¿Por qué invertir en crear tu propio almacén, si puedes subcontratar el servicio y pagar solo por el espacio que necesites? Para muchas empresas, esta es la mejor solución. Cuando lo que necesitas es flexibilidad, la solución es el almacenaje bajo demanda

En el post de hoy te contamos las ventajas de este modelo, su funcionamiento y para qué tipo de empresas puede ser la solución de almacenamiento más indicada.

 

Almacenamiento bajo demanda: un nuevo concepto

El almacenamiento bajo demanda, también conocido como warehousing on demand, es un modelo de logística flexible que permite a las empresas acceder a espacio de almacenamiento y servicios de logística de pedidos cuando los necesitan, sin necesidad de firmar contratos a largo plazo o invertir en infraestructura propia.

En términos simples, se trata de alquilar un almacén solo cuando te hace falta. 

De entrada, puede parecer un concepto nuevo para algunos clientes, pero en realidad es similar a otros servicios on demand que se utilizan a diario. Por ejemplo, quizá en tu empresa ya estás pagando por un servicio de almacenamiento de datos en la nube, algo muy habitual para no tener que comprar equipos de almacenamiento local.

Entonces, sabrás que pagas según el plan de almacenamiento que elijas. Cuánto más espacio necesites, más te cuesta la cuota. Algunos sistemas ofrecen incluso la modalidad paga-lo-que-uses.

Pues el almacenaje on demand tiene un funcionamiento similar: 

 

  1. Te registras en una plataforma de warehousing on-demand: estas plataformas te conectan con su red de almacenes, ubicados en diferentes puntos.
  2. Envías tus productos al almacén más cercano: puedes mandarlos desde tu propio negocio o directamente desde tu proveedor.
  3. La plataforma se encarga de todo: la mayoría de proveedores incluyen otros servicios, como el picking y packing, el envío y la atención al cliente.
  4. Solo pagas por el espacio y los servicios que utilizas: no hay tarifas de instalación ni contratos a largo plazo.

 

Esta capacidad de ajustar rápidamente las necesidades de almacenamiento en función de la demanda proporciona una ventaja competitiva significativa, especialmente en mercados volátiles y con picos de demanda estacionales.

 

Almacenamiento on demand vs. almacenamiento tradicional

Aunque para muchas empresas el almacenamiento tradicional es lo más recomendable, para otras invertir en un almacén propio y mantenerlo los 365 días del año es perder dinero. Mira esta comparativa entre los dos conceptos y lo verás claro.

 

1. Flexibilidad de contrato

Mientras los modelos tradicionales requieren un compromiso a largo plazo, la versión bajo demanda ofrece contratos flexibles y sin compromisos, con la posibilidad de ajustar el espacio de almacenamiento según las necesidades puntuales.

 

2. Costes operativos

Tradicionalmente, las empresas con almacenes tienen que contar con el alquiler o compra del espacio, maquinaria y sistemas de almacenaje, además del mantenimiento y personal. Con el almacenamiento on demand el precio se ajusta según el volumen de inventario y las necesidades operativas, por lo que el gasto es mucho más fácil de controlar. 

 

3. Escalabilidad

El cambio de concepto implica pasar de una capacidad fija de almacenamiento a otra flexible y escalable. En el almacén tradicional, una de las desventajas es que habrá momentos en que el espacio esté infrautilizado y otras en las que no sea suficiente para atender picos de demanda. 

A cambio, los servicios on demand ofrecen escalabilidad inmediata. ¿Necesitas más? Contratas más. 

 

4. Gestión de inventario 

En los modelos tradicionales la gestión de inventario puede ser más rígida. Muchos aún basan sus procesos en sistemas de gestión manual, más lentos y menos precisos, que dificultan el seguimiento del stock en tiempo real.

Los almacenes que se dedican al modelo bajo demanda están preparados para garantizar una correcta gestión del stock de sus clientes.

 

5. Tecnología y automatización

Los almacenes particulares no siempre pueden acceder a tecnologías modernas e implantar automatizaciones para hacer su trabajo más efectivo. Cada paso en esta dirección exige inversiones importantes que hay que amortizar.

Las empresas que se dedican a la modalidad bajo demanda suelen estar por delante en digitalización, con sistemas de gestión de almacén o SGA avanzados que les permiten ofrecer un buen servicio a todos sus clientes. 

 

¿Para quién es el warehousing on-demand?

El almacenamiento bajo demanda es una solución versátil que puede beneficiar a una amplia gama de empresas, especialmente aquellas con necesidades de almacenamiento con fluctuaciones importantes a lo largo del año u otras con requerimientos específicos, por ejemplo:

  • Startups y pequeñas empresas: a menudo tienen recursos limitados y necesitan maximizar su presupuesto. Plantearse crear un almacén propio no entra en sus objetivos, pero necesitan instalaciones profesionales para dar un servicio de calidad. 
  • Ecommerce: en este sector son comunes las fluctuaciones de demanda, especialmente durante las temporadas de picos de venta, como Black Friday o Navidad. Para este tipo de empresas, la flexibilidad es esencial.
  • Empresas con productos estacionales: por ejemplo aquellas que venden ropa de invierno o artículos para festividades. Solo necesitan almacenamiento durante una determinada época del año.
  • Fabricantes y distribuidores: contratar el almacenamiento en distintas ubicaciones geográficas, según la necesidad,  les permite gestionar la distribución de productos de manera mucho más eficiente, reduciendo los tiempos de entrega al cliente.
  • Retail: cuando necesitan espacio de almacenamiento extra, especialmente en fechas cercanas a las grandes campañas, el servicio bajo demanda es la mejor solución, ya que normalmente el pequeño comercio no tiene espacio para almacén propio, o resulta muy insuficiente.

Como ves, el almacenamiento bajo demanda es un modelo de negocio en crecimiento, en un momento en el que muchas empresas optan por la subcontratación de servicios. 

¿Quieres saber más sobre modelos de almacén y cómo obtener el mejor rendimiento en cada uno de ellos? Somos especialistas en digitalización y gestión de almacenes. Llámanos y te asesoramos sin compromiso. 

Señales alarma necesitas un SGA

Atención a estas 10 señales de alarma: tu almacén necesita un SGA

En ocasiones, la dinámica del día a día en un almacén no permite detectar las señales de que hace falta un cambio. Sin embargo, existen pistas que pueden indicar que es necesario revisar los procesos e introducir mejoras en la gestión. Un SGA puede poner orden en el flujo de trabajo y ser la clave para simplificar dinámicas, hacerlas más eficientes y ahorrar dinero.

¿A qué señales conviene prestar atención?

 

Analiza tu almacén: ¿cuántas de estas 10 señales de alarma reconoces?

Si tu almacén presenta algunas de las siguientes 10 señales de alarma, es hora de considerar seriamente la implementación de un Sistema de Gestión de Almacenes (SGA) y comenzar a mejorar su rendimiento:

 

1. Incumplimiento de los plazos de entrega

¿Cuántas veces están llegando tarde los pedidos de tus clientes? Cuidado con eso, porque si no cumples los plazos de entrega y las quejas se acumulan, estarás generando insatisfacción, acumulando críticas y dañando la imagen del negocio

Un SGA es necesario para darle un impulso a la gestión de pedidos y garantizar que los productos lleguen a tiempo a su destino.

 

2. Descontrol en los costes de expedición

Los errores en la preparación de pedidos, la mala gestión del espacio de almacenamiento y la ineficiencia en los procesos de expedición pueden incrementar considerablemente los costes logísticos. 

Un caso habitual es cuando se le envía al cliente un producto equivocado y la empresa tiene que asumir los costes de la devolución y del nuevo envío con el producto correcto. 

 

3. Inventarios poco precisos o con errores

Si es habitual que en el inventario aparezcan productos que luego no están en las estanterías, o al revés, que haya productos almacenados que no figuran en ningún listado… tienes un problema importante en tu almacén.

Un inventario desactualizado o con errores puede generar problemas como la sobreventa, la falta de stock y la pérdida de productos. Un SGA es fundamental para mantener un control preciso del inventario en tiempo real.

 

4. Mala gestión de proveedores

¿Los proveedores no envían a tiempo los pedidos debido a errores de comunicación? La falta de coordinación puede provocar retrasos en la recepción de mercancías, errores en los pedidos y problemas de calidad.

Si tu empresa se queda sin stock de un producto crítico y se ve obligada a detener la producción o retrasar pedidos porque… debes tomar medidas organizativas urgentes.

 

5. Problemas de espacio de almacenamiento 

En un almacén congestionado es más difícil desplazarse y encontrar la mercancía que se necesita en cada momento. Además, aumenta el riesgo de que se produzcan accidentes si los pasillos están ocupados por palets que no tienen espacio o mercancías apiladas sin control.

En muchas ocasiones la solución no es ampliar el almacén. Si continúa habiendo fallos de organización, tener más espacio solo significa tener más problemas.

Por eso lo primero es optimizar el uso del espacio existente con una distribución inteligente y controlada de los productos, en función de su rotación. ¿Conoces los sistemas FEFO, FIFO y LIFO

 

6. Mala distribución de la carga de trabajo 

¿Has detectado que algunos empleados están preparando pedidos sin descanso mientras otros pasan tiempo esperando instrucciones para hacer su trabajo? 

Si las tareas no están bien distribuidas entre los operarios, se pueden generar cuellos de botella y tiempos de espera innecesarios. 

 

7. Cuellos de botella

¿El flujo de trabajo de tu almacén avanza a trompicones? ¿Hay puntos donde la cadena se detiene porque hay etapas más lentas hacen esperar al siguiente equipo de trabajo? Los cuellos de botella son un gran detector de procesos ineficientes. Es necesario analizar por qué se producen y poner soluciones de inmediato. 

 

8. Dificultad para atender picos de demanda

En cualquier empresa, el volumen de pedidos es variable, especialmente en aquellas con una estacionalidad muy marcada.

Si tu almacén tiene dificultades para atender la demanda cuando los pedidos se incrementan por encima de lo habitual, y las entregas se hacen fuera del plazo calculado, vas a perder clientes.

Un SGA, más un sistema de Business Intelligence para la analítica de datos, te ayudará a predecir picos de demanda y a gestionarlos adecuadamente.

 

9. Desplazamientos excesivos o inútiles

Se puede llegar a perder mucho tiempo de trabajo y energía yendo de acá para allá buscando una referencia, o cuando dos trabajadores hacen un recorrido para buscar el mismo producto, o con movimientos ineficientes dentro del almacén.

Mejorar la organización de los desplazamientos es otra de las tareas que puede realizar un SGA, para que los desplazamientos innecesarios bajen a mínimos.

 

10. Mala trazabilidad 

Si los clientes piden información sobre el estado de su pedido y no es posible dársela al instante, porque no hay datos actualizados o los que hay no coinciden con la realidad, se está minando la confianza del cliente en la empresa.

Tener información actualizada, fiable y en tiempo real sobre la mercancía es una de las claves de la calidad en el servicio, y un aspecto que los clientes exigen cada vez más.

Cualquier almacén en donde se detectan con frecuencia una o varias de estas señales, está perdiendo dinero, minando la confianza de sus clientes y cerrando la puerta al crecimiento empresarial.

¿Cómo atajar estos problemas? Fácil: digitalizando la gestión con un SGA como TWO, y poniéndose en manos de un equipo profesional que analice cuáles son las mejoras que cada empresa necesita. 

Llámanos y te contamos más.

Claves de almacenamiento para pequeñas empresas

Claves de almacenamiento para pequeñas empresas

El auge del comercio electrónico, entre otros factores, ha hecho que empresas de todo tipo se replanteen sus necesidades de almacenamiento para responder a las nuevas demandas sin agotar ni su presupuesto ni a su personal. En ocasiones, la solución es crear un pequeño almacén propio.

¿Cómo saber cuándo es momento de tener un almacén en la empresa? ¿Qué factores hay que tener en cuenta? Vamos a verlo a continuación.

 

¿Es el momento de crear un almacén para tu pequeña empresa? Estas son las señales

En los últimos años, las necesidades de almacenamiento para las pequeñas empresas han experimentado cambios significativos, especialmente impulsados por la pandemia de covid-19.

Durante esa etapa, el crecimiento del comercio electrónico se disparó en todos los sectores, lo que llevó a muchas pequeñas empresas a expandir sus operaciones online para poder abastecer el incremento de pedidos.

En paralelo, numerosas pymes que hasta entonces habían operado sin grandes necesidades de almacenamiento, comprobaron que necesitaban espacio para poder disponer de mayores cantidades de stock, capacidad para preparar más pedidos y gestionar el envío directo a sus clientes. Es una tendencia que se mantiene hasta hoy.

A ello hay que sumar que los incrementos de demanda no son uniformes, sino que fluctúan en función de la temporalidad de cada negocio. Por tanto, esa necesidad de almacenamiento debe ser también flexible, para permitir una gestión de inventario que pueda adaptarse rápidamente a los cambios. 

Una solución que adoptan muchas empresas es el almacenamiento como servicio o WaaS (Warehousing as a Service). Es un modelo que permite a las empresas alquilar espacio de almacenamiento y servicios de gestión de inventario de un proveedor externo. De ese modo, pueden acceder a instalaciones y tecnología avanzada sin la necesidad de realizar una gran inversión inicial, pagando solo por el espacio y los servicios que utilizan. 

Para otras pequeñas empresas resulta más eficiente plantearse la creación de un pequeño almacén propio, que puedan gestionar con sus recursos. 

 

¿Cómo saber cuándo es momento de crear un almacén?

Aunque cada negocio es diferente y cada caso debe ser analizado de forma individual, sí hay indicadores que revelan la necesidad de plantearse una solución de almacenamiento local. ¿Detectas alguna de estas señales en tu negocio?

  • Incremento en el volumen de inventario: el espacio actual se está quedando corto y no es posible disponer siempre de la cantidad suficiente de inventario para atender los pedidos.
  • Inventario desorganizado: la falta de espacio puede complicar mucho la organización del inventario. Como consecuencia, las cajas se acumulan en pasillos y oficinas, aparecen productos en lugares inadecuados y la búsqueda de referencias, a veces, es una gymkana por toda la instalación hasta encontrar la mercancía correcta. 
  • Retrasos en la entrega: la falta de espacio acaba afectando a la eficiencia y velocidad de los envíos a los clientes.
  • Planes de expansión: cuando la empresa prevé un crecimiento importante, con un aumento en el volumen de ventas, es muy posible que deba implementar una solución de almacenamiento propia. 

Si te estás planteando crear un pequeño almacén desde cero, pincha aquí para conocer los pasos que debes seguir. 

 

Ventajas de tener un almacén propio

Las empresas que ya han adoptado tecnologías avanzadas de gestión, así como soluciones flexibles y sostenibles de almacenamiento, están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades en el mercado.

La implementación de un software de gestión de almacén o SGA es el paso necesario para hacer eficiente cualquier inversión en almacenamiento. 

Un SGA como nuestro TWO, permite mejorar la precisión del inventario, reducir los tiempos de procesamiento de pedidos, diseñar un flujo de trabajo eficiente que minimice los movimientos innecesarios y evite errores, entre otras ventajas. 

Además, el SGA permite disponer de información fiable en tiempo real, así como hacer estimaciones de las necesidades de inventario, para que no se produzcan roturas de stock.

Y todo eso, a medida, con una implementación escalada en función de las necesidades en cada momento. 

Para una pequeña empresa, crear un almacén propio es una decisión importante que debe estudiarse con detenimiento y haciendo números. Si bien es cierto que necesitará una redistribución de recursos, puede ser la clave para crecer sin descuidar la satisfacción de sus clientes.

 

El futuro del almacenamiento para las pymes

Todo apunta a que el comercio electrónico continuará siendo protagonista en los próximos años, por tanto, de cara al futuro se prevé que siga impulsando la demanda de sistemas de almacenamiento eficiente para las pymes.

Afortunadamente, los grandes avances en digitalización y automatización de procesos, sumados a la implementación de tecnologías basadas en Inteligencia Artificial, están acelerando las innovaciones y acercándolas a todo tipo de negocios.

Hoy por hoy ya es posible dar un salto en eficiencia gracias a la tecnología, y amortizar la inversión en tiempos muy razonables. ¿Te gustaría saber cómo se podrían beneficiar de ello tu negocio? Pregúntanos y conoce tus opciones.

Dark warehouses o almacenes oscuros

Dark warehouses o almacenes oscuros: la apuesta por la automatización total

Los dark warehouses, también conocidos como almacenes oscuros, han ganado gran relevancia como una evolución innovadora de los modelos tradicionales de almacenamiento y distribución.

El planteamiento de este tipo de almacenes es bien sencillo: si se automatizan el 100% de las tareas, de forma que sean dispositivos electrónicos los que las realicen de forma autónoma, es posible eliminar la iluminación y mantener la actividad todas las horas del día, todos los días del año.

¿Conocías este tipo de almacenes?

 

¿Qué es un Dark Warehouse y por qué se están popularizando?

En esencia, un dark warehouse es un almacén logístico totalmente automatizado que opera sin necesidad de iluminación artificial. 

A diferencia de los almacenes tradicionales, que requieren iluminación para el trabajo humano, los dark warehouses funcionan exclusivamente con sistemas de navegación y gestión automatizados, aprovechando la oscuridad para optimizar la eficiencia energética y reducir costos.

Se trata de un concepto de almacén o centro de distribución diferente al tradicional, que ha aumentado en los últimos años por razones diversas.

Por un lado, el crecimiento exponencial del comercio electrónico ha transformado la dinámica de compra de los consumidores, migrando la demanda de productos hacia canales online.

Esto ha generado una necesidad de centros de distribución más eficientes y adaptados a la preparación y envío rápidos de pedidos.

Por otra parte, son una alternativa para reducir los costes de personal, ya que al no depender de la luz natural o artificial, los dark warehouses pueden operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sacando el máximo rendimiento a la inversión realizada en automatizaciones.

Otro aspecto a tener en cuenta es la sostenibilidad. La preocupación por el medio ambiente impulsa la búsqueda de soluciones logísticas más eficientes y menos consumidoras de recursos energéticos. En este sentido, este tipo de almacenes oscuros, al eliminar la iluminación artificial, contribuyen a reducir el impacto ambiental de las instalaciones tradicionales.

Aunque las primeras versiones de almacenes oscuros ya se empezaron a probar a principios del siglo XXI, es ahora cuando están experimentando un desarrollo mayor. La innovación en el campo de las automatizaciones, sumada a las soluciones basadas en Inteligencia Artificial, son dos de las principales razones de este crecimiento.

 

La automatización, principal características de los almacenes oscuros

Además de la ausencia de luz, el hecho de que este tipo de instalaciones hayan automatizado todos sus procesos para que puedan realizarse sin intervención humana es su característica más reseñable y lo que los diferencia de los modelos tradicionales de almacenamiento y distribución. 

En estos recintos, robots y sistemas automatizados se encargan de todo, desde la recepción de mercancías hasta el picking, packing y envío de pedidos. 

Desde robots móviles que transportan palets hasta sistemas de visión artificial que reconocen productos: la tecnología opera en sincronía para garantizar una eficiencia sin precedentes.

Vamos a imaginarnos que llega un pedido online a cualquier hora del día o de la noche. ¿Qué es lo que ocurre entonces en un almacén oscuro?

 

1. Recepción de pedidos

Un sistema central, conectado a la tienda online o plataforma de venta, recibe la notificación del pedido. De inmediato, se envía la información al software de gestión de almacén (SGA) y el sistema se pone en marcha. 

 

2. Identificación y localización

El sistema identifica el pedido y localiza los productos que lo componen dentro del almacén. Se consulta la información de almacenamiento en tiempo real, teniendo en cuenta la ubicación actual de cada producto, su estado y las estrategias de almacenamiento optimizadas.

 

3. Picking

El sistema envía instrucciones precisas a los robots móviles autónomos (AMR). Estos robots, guiados por sistemas de navegación láser o tecnología RFID, se desplazan con agilidad por el almacén, evitando obstáculos y siguiendo la ruta más eficiente.

Cuando los AMR llegan a las ubicaciones indicadas, recogen los palets o contenedores que contienen los productos del pedido. La precisión y la fuerza controlada de los robots garantizan que la mercancía se manipule con cuidado.

 

4. Preparación del pedido

Con los productos del pedido asegurados, los AMR transportan los productos del pedido a la zona de packing, donde son recibidos por robots de almacén que crean los envíos según las instrucciones del sistema. 

Los sistemas de visión artificial identifican etiquetas, códigos de barras o características físicas únicas. Los productos seleccionados son derivados a cajas o contenedores donde un brazo robótico se encarga de cerrar las cajas, sellarlas y añadir etiquetas de envío.

 

5. Listo para la expedición

Una vez empaquetados, los pedidos son depositados en bandas transportadoras, carros inteligentes o robots móviles, que los trasladan a la zona de expedición. Allí, los sistemas de clasificación y distribución separan los pedidos según su destino y dejan listos para que sean expedidos a su destino final.

Durante todo el proceso, sensores y cámaras integrados en los robots y en la infraestructura del almacén recopilan datos en tiempo real. Esta información se envía al SGA, permitiendo monitorizar constantemente todo el flujo de trabajo.

 

Automatizar procesos, el futuro de la logística

Entre un almacén tradicional que aún no ha digitalizado sus procesos más básicos y un almacén oscuro que funciona de forma 100% automatizada, hay una escala de grises.

Es posible implementar soluciones automatizadas de forma progresiva y adaptadas a cada necesidad. Si quieres mejorar la eficiencia de tu almacén por esta vía, pregúntanos y te asesoramos sin compromiso.

Qué son los polipastos

Qué son los polipastos y cómo ayudan al movimiento eficiente de cargas pesadas

Hay muchos factores que intervienen para que un almacén sea rentable. Uno de ellos, es la capacidad de mover cargas pesadas con seguridad y en el menor tiempo posible. Y una de las formas de hacerlo es utilizando un polipasto, un dispositivo bastante sencillo que aprovecha las leyes de la física para amplificar la fuerza y elevar cargas con poco esfuerzo.

 

¿Sabes qué es un polipasto? Te lo explicamos

Un polipasto, también conocido como aparejo, es una máquina simple compuesta por dos o más poleas y una cuerda, cable o cadena que se pasa alternativamente por las gargantas de cada una de ellas. 

Cada polea actúa amplificando la fuerza aplicada, en función del número de poleas y de la configuración del sistema. De ese modo, se pueden levantar o mover objetos pesados con un esfuerzo menor.

Los polipastos se han utilizado desde la antigüedad. Se cree que los primeros aparecieron en Mesopotamia alrededor del año 3000 a.C. Estaban hechos de madera y cuerda, y se utilizaban para levantar piedras y troncos de árboles, normalmente dedicados a la construcción.

También los antiguos griegos y romanos utilizaron polipastos para construir templos, acueductos y otras estructuras monumentales.

Como es lógico, con el tiempo los polipastos se fueron perfeccionando y se utilizaron en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo la construcción, la minería y la navegación. 

Los polipastos modernos son mucho más sofisticados, están fabricados con metal y materiales compuestos, y pueden ser de diversos tipos: 

  • Polipasto manual: se opera manualmente mediante una manivela o palanca.
  • Polipasto eléctrico: utiliza un motor eléctrico para elevar el peso.
  • Polipasto neumático: funciona con aire comprimido.
  • Polipasto hidráulico: emplea un sistema hidráulico para generar la fuerza necesaria para levantar la carga.

La elección del tipo de polipasto adecuado para cada tarea depende de diversos factores, como la capacidad de carga, la altura de elevación, la velocidad de operación y el presupuesto disponible.

 

Ventajas del uso de polipastos en almacenes

Aunque es un mecanismo basado en un principio físico muy sencillo, sigue estando presente en almacenes y centros de distribución, ya que resulta un dispositivo simple, fácil de utilizar y que ofrece muchas ventajas:

  • Reducción del esfuerzo físico y mejora de la ergonomía de los trabajadores: como el esfuerzo físico para levantar y mover materiales pesados es menor, la fatiga y el riesgo de lesiones musculoesqueléticas en los trabajadores también se reducen. Esto no solo repercute en la salud y el bienestar, sino que al mejorar la seguridad, también se nota en los costes asociados a bajas laborales y accidentes.
  • Aumento de la seguridad en las operaciones de manipulación de materiales: los polipastos contribuyen a crear un entorno de trabajo más seguro. El riesgo de caídas, golpes y otros accidentes es más reducido, lo que se traduce en un menor número de incidentes.
  • Optimización del espacio y aprovechamiento vertical: al simplificar la elevación de cargas, se puede optimizar la disposición de las estanterías y estantes, aumentando la capacidad de almacenamiento a diferentes alturas sin necesidad de ampliar el espacio físico.
  • Mayor eficiencia en la carga y descarga de mercancías: estas y otras operaciones se vuelven más rápidas y eficientes con el uso de polipastos. La precisión y el control que ofrecen estas máquinas permiten manipular las mercancías con mayor seguridad y rapidez, reduciendo el tiempo empleado en la carga y descarga.

 

¿Para qué se utilizan los polipastos en un almacén? Los 5 usos habituales

Dentro de un almacén o centro de distribución, los polipastos tienen diferentes aplicaciones prácticas. Estos son algunos ejemplos de cómo se utilizan los polipastos en cada etapa del proceso logístico:

 

1. Recepción de mercancías

Se utilizan polipastos eléctricos, hidráulicos o neumáticos para descargar maquinaria pesada y para levantar y mover palés desde camiones, furgonetas o contenedores hacia el interior del almacén. En las zonas interiores pueden utilizarse polipastos manuales para levantar mercancías y colocarlas en zonas de almacenamiento elevadas. 

 

2. Almacenamiento

Está muy extendido su uso para mover materiales entre diferentes niveles de estanterías o racks, facilitando el acceso y la organización de la mercancía. Permiten organizar los materiales por zonas o tipología de producto, mejorando la eficiencia en la búsqueda y recuperación de los mismos.

 

3. Preparación de pedidos

Otra de sus funciones es extraer productos de las estanterías, facilitando el proceso de preparación de pedidos. Se utilizan también combinados con básculas electrónicas para el pesaje de mercancías. 

 

4. Empaquetado de productos

Los polipastos facilitan el empaquetado de productos voluminosos o pesados, elevando los materiales a una altura cómoda para los trabajadores.

 

5. Envío de mercancías

Finalmente, otra tarea para la que se emplean estos dispositivos es para cargar camiones, furgonetas o contenedores de manera eficiente y segura.

 

¿Trabajar más con menos esfuerzo? Soluciones para aumentar la productividad de tu almacén

Hay diversas formas de tener un almacén más eficiente para abarcar más sin tener que aumentar personal ni cambiar las instalaciones: optimizando los recursos existentes gracias a la tecnología.

Si quieres que tu almacén sea más productivo, consúltanos para que valoremos tu proyecto y te demos opciones que llevarán tu negocio a un nivel superior.

¿Qué es la gestión multialmacén?

¿Qué es la gestión multialmacén? Principales desafíos y tips para superarlos

Si la gestión del stock ya es uno de los retos más importantes que enfrentan a diario los almacenes, la cosa se complica aún más cuando una empresa crece y necesita gestionar varios centros en diferentes ubicaciones, y hacerlo de manera coordinada. 

Obviamente, cuantos más almacenes haya que gestionar, máyor es la dificultad logística, pero con la tecnología y los conocimientos adecuados se puede hacer. Prepararse para esa expansión es vital para que las empresas puedan seguir funcionando de manera eficiente y que no se disparen los costes asociados a una mala gestión.

Un sistema de gestión multialmacén es la solución.

 

Gestión multialmacén: qué es y por qué está aumentando su demanda

La gestión multialmacén consiste en organizar y coordinar la logística y el inventario en múltiples ubicaciones simultáneamente. Un sistema de gestión multialmacén es imprescindible para empresas que operan con varios almacenes dispersos geográficamente. 

La demanda de este tipo de sistemas ha aumentado mucho en los últimos años por la proliferación de empresas que se dedican a la distribución de productos enfocados al comercio electrónico. Es habitual que este tipo de empresas necesiten almacenes distribuidos estratégicamente para agilizar las entregas y reducir los costes de envío. 

De este modo, al contar con diferentes puntos de almacenamiento, se puede elegir aquel que esté situado más cerca de los clientes o de los principales centros de transporte, lo que garantiza una entrega más rápida y una mayor agilidad en las operaciones de la cadena de suministro. 

Sin embargo, la gestión de este tipo de cadena logística basada en el almacenamiento en diferentes ubicaciones introduce complejidades que requieren soluciones tecnológicas a la altura, que garanticen una integración perfecta y visibilidad en tiempo real en los distintos almacenes, retos imposibles si no se cuenta con un software de gestión avanzado, como nuestro SGA TWO. 

 

Principales retos de la gestión de múltiples almacenes

Las necesidades logísticas para abastecer a un mercado cada día más demandante, pasan por mejorar la velocidad y la precisión en el cumplimiento de los pedidos, así como por llevar un control muy exhaustivo del inventario para evitar roturas de stock, caducidades de productos, pérdida de mercancía, etc., 

Estos son los desafíos que debe resolver la gestión multialmacén:

  • Gestión del inventario: un inventario insuficiente en uno de los almacenes puede provocar la pérdida de oportunidades de venta, clientes insatisfechos y una posible pérdida de ingresos, mientras que un exceso va a derivar en problemas de espacio y riesgo de obsolescencia del producto. Lograr el equilibrio, manteniendo un nivel óptimo de inventario en cada centro, es quizá el mayor reto de la logística multialmacén.
  • Transporte y logística: sincronizar las operaciones entre varios almacenes requiere sistemas inteligentes que permitan racionalizar las rutas.
  • Comunicaciones: deben estar centralizadas en una única plataforma, para evitar errores, falta de fluidez o retrasos en la transmisión de órdenes.
  • Gestión de costes: si bien mantener varios almacenes implica algunos costes adicionales, con un buen sistema de gestión es posible mantenerlos bajo control. El uso de soluciones tecnológicas para reducir las cargas administrativas es una de ellas.
  • Seguridad: para evitar fugas de datos o accesos no autorizados, será necesario implantar tecnologías de seguridad modernas, encriptación de datos y políticas de acceso estrictas.

 

Consejos para una gestión eficaz de multialmacén

Con las estrategias adecuadas, las empresas pueden abordar este tipo de gestión con eficiencia y de forma rentable. Además de contar con la ayuda de TWO, queremos darte unos cuantos consejos útiles a la hora de crear una estrategia multialmacén. 

 

1. Optimiza los niveles de inventario en todas las ubicaciones

¿Y cuál ese ese nivel óptimo, adaptado a cada ubicación? Los sistemas inteligentes de gestión se han convertido en elementos indispensables para evitar el subabastecimiento o el exceso de existencias, garantizando la cantidad justa de inventario en cada almacén.

 

2. Aprovecha los datos y la analítica predictiva

El análisis periódico de los datos del almacén con una herramienta adecuada de Business Intelligence proporciona información muy valiosa sobre tendencias de mercado, detección de cuellos de botella, previsión de picos de demanda y oportunidades de mejora, entre otros aspectos. 

 

3. Automatiza operaciones

La implementación de automatizaciones, especialmente en tareas repetitivas o que consumen mucho tiempo, mejora el rendimiento al tiempo que reduce el riesgo de errores humanos.

De ese modo, se pueden aprovechar los recursos humanos para tareas de alto valor y mejorar el rendimiento.

 

4. Establece canales de comunicación

Al disponer de varios centros, la comunicación clara y eficaz es esencial para que las operaciones sean fluidas, no se entorpezca la coordinación, se eviten las duplicidades y, en definitiva, no se pierda eficiencia debido a un mal diseño del canal de comunicación intercentros.

 

5. Supervisa el rendimiento

Las auditorías periódicas son recomendables para ayudar a identificar áreas de mejora. Si hay dudas sobre si el rendimiento de cada centro es el indicado, una consultoría logística especializada ayudará a determinar cuáles son los puntos débiles de la cadena y proporcionará soluciones para eliminarlos.

 

TWO, el software imprescindible para gestionar varios almacenes

Como ves, es importante utilizar un SGA sólido y fiable como TWO para gestionar diferentes almacenes, ya que facilita la tarea de centralizar el inventario, maximizar el uso del espacio en todas las instalaciones, coordinar las operaciones y mejorar la precisión en el cumplimiento de pedidos.

Si quieres más información sobre TWO y sus funcionalidades, solo tienes que ponerte en contacto con nosotros. Estamos encantados de responder cualquier duda.

Software estratégico para almacenes: El SGA

Más que un software, un aliado estratégico para almacenes: El SGA

En el competitivo mundo de la logística moderna, cada segundo cuenta y cada error puede significar una pérdida significativa. ¿Está tu almacén equipado para enfrentar este desafío? Si la respuesta es que no como a ti te gustaría, la solución puede estar en la implementación de un software de gestión de almacén o SGA.

Los sistemas de gestión de almacenes (SGA) son herramientas indispensables para quienes buscan optimizar sus procesos logísticos. Sin embargo, el SGA no es solo un software de gestión, sino que va mucho más allá. 

Hoy por hoy es un aliado estratégico que puede ayudar a las empresas a transformar sus almacenes en centros de distribución eficientes y competitivos.

 

Así mejora un SGA estos 5 procesos de almacén

¿Imaginas un almacén donde los pedidos se preparan y envían en tiempo récord, sin errores y con total satisfacción del cliente?

Los almacenes modernos son entornos complejos donde se llevan a cabo una multitud de tareas interrelacionadas. Desde la recepción de mercancías hasta la distribución final de los productos, cada paso del proceso debe ser mejorado para garantizar la eficiencia, la precisión y la rentabilidad.

Por eso, los almacenes que no se adapten a la era digital, incorporando soluciones de gestión avanzadas, están condenados a perder competitividad día a día. En la medida en que el resto de empresas mejoren su eficiencia operativa, aquellas que continúen utilizando sistemas tradicionales se irán quedando atrás.

Contar con un sistema robusto para administrar el inventario y optimizar las operaciones no es solo una ventaja, es una necesidad. Y aquí es donde tenemos que hablarte del software de gestión de almacén o SGA.

El SGA se convierte en un aliado estratégico para lograr estos objetivos. Piensa que es como un cerebro responsable de coordinar todos los procesos del almacén. Además, se puede integrar en el ERP de la empresa, para que la eficiencia de todo el conjunto sea aún mayor.

Con un SGA se puede optimizar cada etapa de la cadena de suministro:

 

1. Recepción de mercancías

El SGA agiliza el proceso de recepción de mercancías, desde la identificación y el registro de productos hasta su ubicación en el almacén.

Esto se logra mediante la automatización de tareas como la lectura de códigos de barras, la asignación de ubicaciones de almacenamiento y la actualización del inventario en tiempo real.

De esta manera, se minimizan los errores y se reduce el tiempo necesario para que los productos estén disponibles para su preparación.

 

2. Gestión eficiente del inventario

El SGA proporciona una visión completa y actualizada del inventario en tiempo real, lo que permite a las empresas tomar decisiones informadas sobre la compra, el almacenamiento y la distribución de productos.

El sistema permite realizar un seguimiento de los niveles de inventario, identificar productos con baja rotación o próximos a caducar, y generar alertas cuando sea necesario reponer mercancía.

Esto ayuda a evitar rupturas de stock y excesos de inventario, optimizando los costos y asegurando que los productos correctos estén disponibles en el momento que se necesitan.

 

3. Preparación de pedidos rápida y precisa

El SGA optimiza la preparación de pedidos mediante la asignación de rutas eficientes a los operarios, la selección automatizada de productos y la presentación de información clara y concisa sobre los pedidos.

Esto reduce el tiempo de preparación, minimiza errores y garantiza que los productos correctos se envíen a los clientes adecuados.

Además, el SGA puede integrar dispositivos móviles para que los operarios tengan acceso a la información del pedido en tiempo real, lo que agiliza aún más el proceso.

 

4. Trazabilidad completa de los productos

También permite rastrear el movimiento de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro, desde su recepción hasta la entrega final al cliente. Es lo que se conoce como trazabilidad. De ese modo, siempre se puede acceder a la información sobre la ubicación de los productos, el tiempo de tránsito y los posibles retrasos o incidencias.

 

5. Control de calidad riguroso

El sistema permite definir puntos de control críticos, realizar inspecciones de calidad automatizadas y registrar los resultados de las inspecciones.

Esto ayuda a identificar y eliminar productos defectuosos antes de que lleguen a los clientes, lo que reduce los costos de devolución y mejora la satisfacción del cliente.

 

SGA TWO como herramienta de transformación

Como ves, el SGA rompe con los modelos tradicionales de gestión de almacenes, centralizando la información y automatizando tareas repetitivas. Esto libera a los empleados de tareas tediosas y les permite enfocarse en actividades de mayor valor, como la resolución de problemas, la atención al cliente y la innovación.

Hoy en día todo esto es esencial para que los almacenes y centros de distribución puedan adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, como el comercio electrónico y la omnicanalidad.

Y en SCM Logística podemos estar orgullosos de haber desarrollado el que es posiblemente el SGA más eficiente, versátil y flexible que se puede encontrar hoy en día: The Warehouse Organizer (TWO).

¿Quieres conocer más detalles? Ponte en contacto con nosotros y te contamos todo sobre TWO.

Principales EPI en almacén

Prevenir riesgos, salvar vidas: la importancia de los Equipos de Protección Individual (EPI) en un almacén

En un almacén, donde la actividad es constante y las operaciones logísticas nunca se detienen, los Equipos de Protección Individual (EPI) son aliados indispensables para la seguridad y bienestar de los trabajadores. Los EPI representan un compromiso, tanto del empleador como del empleado, con la prevención de accidentes y la promoción de una cultura laboral que valora la seguridad por encima de todo. 

¿Cuáles son los EPI recomendados en almacenes y centros de distribución? Te lo contamos a continuación.

 

No sin el EPI: ventajas de la correcta utilización de los equipos de protección

Desde cascos que protegen contra caídas de objetos hasta guantes resistentes que salvaguardan las manos de los peligros cotidianos, cada pieza de equipo cumple un papel crucial en la protección de la integridad física en un entorno laboral donde existen muy diferentes riesgos para los trabajadores. 

La importancia de los Equipos de Protección Individuales se basa en varios pilares: 

  • Protección del trabajador: los EPI están diseñados para mantener al trabajador a salvo de los riesgos presentes en su entorno laboral, como exposición a sustancias químicas, abrasión, fracturas, aplastamiento, impactos mecánicos, entre otros. Al proporcionar una barrera física entre el trabajador y el peligro, los EPI ayudan a prevenir lesiones, enfermedades y accidentes laborales.
  • Cumplimiento normativo: en España, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) establece el marco general, en virtud del cual los empleadores tienen la obligación de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, lo que incluye garantizar el uso adecuado de los EPI cuando sea necesario. 
  • Reducción de costos: aunque la inversión inicial en EPI puede parecer significativa, su uso adecuado ayuda a reducir los costos asociados con lesiones laborales, desde la pérdida de productividad debido a las bajas, hasta el daño a la reputación de la empresa. Que se produzcan accidentes frecuentes es un desprestigio para cualquier organización, ya que indica poca fiabilidad en sus protocolos de trabajo. 
  • Mejora de la productividad: los empleados que se sienten seguros y protegidos tienden a estar más comprometidos con sus tareas, lo que repercute positivamente en la eficiencia y la calidad del trabajo realizado.
  • Promoción de una cultura de seguridad: las empresas tienen una gran responsabilidad, no solo a la hora de brindar protección a sus trabajadores, también en el fomento de una mayor conciencia general sobre la importancia de la prevención de accidentes en entornos laborales. 

 

Por la parte de la plantilla, también hay que contar con la resistencia de algunos trabajadores a utilizar los EPI completos, a pesar de que estén disponibles, bien por comodidad en el trabajo, por una falsa percepción del riesgo, por ausencia de supervisión… De ahí la importancia de incidir en una cultura laboral que conciencie y comprometa sobre la importancia de la autoprotección y la seguridad en el almacén

 

¿Cuáles son los EPI más habituales en almacenes?

Los EPI utilizados están relacionados con las actividades que se lleven a cabo en cada centro de trabajo y los riesgos asociados a cada entorno. En un almacén, puede haber riesgo de lesiones musculoesqueléticas por la manipulación de cargas, caídas desde altura (escaleras, estanterías o plataformas elevadoras), impactos y golpes, atrapamientos y aplastamientos al operar con maquinaria, exposición a productos químicos, y otros. 

Los EPI comúnmente requeridos son:

 

1. Protección para la cabeza

Los cascos de seguridad son esenciales para proteger la cabeza de impactos causados por la caída de objetos, golpes contra estructuras fijas o desplazamiento de materiales almacenados. Las normativas suelen requerir el uso de cascos que cumplan con ciertos estándares de seguridad, como la normativa EN en la Unión Europea.

 

2. Protección para los ojos y la cara 

Sirven para proteger al trabajador de partículas en suspensión, salpicaduras químicas o polvo, que pueden causar lesiones en los ojos o en el rostro. Por lo tanto, se suelen requerir gafas de seguridad, protectores o pantallas faciales que cumplan con los estándares de seguridad correspondientes.

 

3. Protección para las manos

Los guantes de protección son fundamentales para mantener las manos a salvo de cortes, abrasiones, quemaduras, exposición a productos químicos o lesiones por manipulación de objetos afilados. Las normativas suelen especificar el tipo de guantes adecuados para cada tarea específica, como guantes de cuero, de nitrilo, de PVC, entre otros.

 

4. Protección para los pies

Zapatos de seguridad o botas con puntera de acero protegen los pies de impactos, compresión, caídas de objetos pesados o lesiones por aplastamiento. El calzado de seguridad debe cumplir con los estándares de resistencia y protección contra riesgos específicos.

 

5. Protección respiratoria

En entornos donde se manipulan productos químicos, se almacenan materiales polvorientos o se generan gases tóxicos, es necesario el uso de equipos de protección respiratoria, como mascarillas filtrantes o respiradores, para proteger al trabajador contra la inhalación de sustancias peligrosas. 

>> Lee más sobre la importancia de la ventilación en almacenes logísticos. 

Al margen de que la falta de cumplimiento puede acarrear sanciones, lo más importante es que los empleadores en almacenes y centros de distribución cumplan con todas las normativas y regulaciones pertinentes en cuanto al uso de EPI, comprometan a los trabajadores y les faciliten la formación necesaria sobre el uso y mantenimiento adecuados de estos equipos. 

 

Trabajadores protegidos, almacenes eficientes

Si quieres mejorar la eficiencia de tu almacén, te ayudamos a darle otra vuelta de tuerca a la gestión. Nuestro equipo de consultores puede analizar tu negocio y proponer mejoras concretas que van a ayudar a mejorar la dinámica de trabajo y los resultados económicos.

¿Nos llamas y te contamos qué podemos hacer por tu empresa?

Estanterías estáticas vs. estanterías dinámicas

Estanterías estáticas vs. estanterías dinámicas: ¿conoces las diferencias?

Aunque en algunos almacenes, debido a la naturaleza de la mercancía que albergan, se pueden almacenar productos directamente en el suelo, lo más habitual es que se utilice algún tipo de estantería para colocarla.

Las estanterías, que pueden ser de distinto tipo, permiten organizar el almacén, conocer rápidamente qué cantidad de un producto hay en stock y, además, mantener lo almacenado en buen estado y en condiciones de seguridad.

Pero ¿sabes qué tipo de estantería es la que necesita tu negocio? Hoy te hablamos de las estanterías estáticas y dinámicas para que puedas tomar la mejor decisión.

 

Qué son las estanterías estáticas y dinámicas

Cuando hablamos de estos dos tipos de estantería industrial, nos referimos a dos sistemas de almacenamiento diferentes, usados para organizar y gestionar la mercancía dentro de un almacén. 

Las estanterías estáticas son sistemas de almacenamiento fijos en los que los productos se colocan en estantes o niveles, de donde no se mueven sin intervención de un operario. Son adecuadas para productos que no necesitan ser rotados con frecuencia y que no tienen fechas de caducidad y suelen utilizarse en almacenes en los que la selección y la rotación de productos no son intensivas.

Por otro lado, las estanterías dinámicas están diseñadas para permitir que los productos se desplacen automáticamente, sin necesitar la intervención de un trabajador. Están indicadas para almacenar productos con fecha de caducidad o que necesitan rotar con frecuencia (por ejemplo, para los sistemas de almacenamiento FIFO o LIFO). 

 

¿Almacenamiento estático o dinámico? Pros y contras de cada uno

Ambos sistemas, estático y dinámico, son utilizables para almacenar tanto palets como mercancía más pequeña. 

  1. Almacenamiento estático: su mayor ventaja es que permite ver cuándo un producto se agota (sencillamente, porque deja un lugar vacío). Además, los productos siempre están colocados en el mismo lugar, lo que facilita la organización, especialmente en almacenes pequeños. La desventaja de este sistema es que se desperdicia mucho espacio. Si un producto se agota, el hueco correspondiente estará vacío hasta que llegue más inventario. Eso, en términos de eficiencia, supone un coste que hay que tener en cuenta.
  2. Almacenamiento dinámico: con este sistema se optimiza el aprovechamiento del espacio, ya que la mercancía cambia de ubicación con criterios de eficiencia. Son habituales en una organización caótica de almacén. En el otro lado de la balanza hay que colocar el argumento del coste: suelen ser instalaciones más caras.

 

Tipos de estanterías estáticas

A continuación te contamos los 3 tipos de estantería estática más habituales en almacén:

 

1. Estantería convencional

Es el tipo de estantería más versátil y más utilizado, ya que se adapta muy bien a todo tipo de instalaciones. Se distribuyen en el espacio disponible dejando pasillos por medio, por dónde se mueven las distintas máquinas de almacén.

Es un modelo de estantería económica, configurable a medida y de fácil instalación.

 

2. Estantería tipo shuttle

También conocido como sistema de lanzadera, es un tipo de sistema de almacenamiento automático que permite el almacenamiento de palés en estanterías de alta densidad. Este sistema utiliza carros automatizados o shuttles que se desplazan dentro de los carriles de la estantería para cargar, descargar y mover los palés.

Los shuttles se desplazan de manera autónoma por los carriles, moviéndose hasta la posición deseada, donde recogen el palé que les indica el sistema.

Se trata de una solución muy adecuada para almacenes con una gran cantidad de inventario que necesitan maximizar el espacio disponible.

 

3. Estantería de picking para cargas pequeñas

Son las indicadas para facilitar un acceso rápido a artículos pequeños. Su mayor ventaja es que son muy adaptables, con multitud de accesorios y posibilidad de ensamblar varias estructuras y ajustar la altura de las baldas en función de las necesidades. Son, además, bastante económicas y el montaje no reviste dificultad. 

 

Tipos de estanterías dinámicas

Estos serían los 3 tipos de estantería dinámica más utilizados:

 

1. Estantería por gravedad

Es un tipo de sistema de almacenamiento dinámico que utiliza la fuerza de la gravedad para mover los palés hacia adelante, gracias a una serie de rodillos inclinados que están colocados a lo largo de los carriles de la estantería.

Los palés se introducen por un extremo y se recogen por otro, de manera que en cuanto se retira uno, el resto avanza gracias a la inclinación de los rodillos, y se desplazan automáticamente hacia el punto de recogida.

Son ideales para el almacenamiento de productos con una alta rotación y una fecha de caducidad corta, ya que aseguran que los productos más antiguos se recolectan primero. Es el sistema indicado para el método FIFO de almacenamiento (primero en entrar, primero en salir). 

 

2. Estanterías push-back

Otro excelente sistema de almacenamiento dinámico de bloques o palés. Aunque utiliza la inclinación y la gravedad para el desplazamiento de la carga, la diferencia de la estantería por gravedad es que en este caso tanto la carga como la retirada se lleva a cabo en el mismo lado.

Es una estantería adecuada para el método LIFO (último en entrar, primero en salir), recomendable para almacenes de productos no perecederos o que no pierdan su valor con el paso del tiempo.

 

3. Estanterías de bases móviles

Son las adecuadas para el aprovechamiento máximo de los pasillos, ya que la estantería al completo se desplaza lateralmente y abre un pasillo solo en el punto en el que se necesita.

Para lograrlo, se utiliza un sistema de montaje que coloca la estantería sobre carros móviles, manejados por un trabajador. De ese modo, se consigue un aprovechamiento intensivo del espacio de almacén. Es un sistema apto para el almacenaje de palés o cargas más pequeñas.

La elección del tipo de estantería depende de las necesidades concretas de cada empresa y el tipo de actividad que desarrolla. ¿Te gustaría saber qué estantería es adecuada para tu proyecto u optimizar cualquier otro aspecto de tu almacén? Contacta con nosotros. Resolvemos todas tus dudas sin compromiso.

Tipos de etiquetas más usados en almacén

¿Cuáles son los tipos de etiquetas más utilizadas en un almacén?

En un almacén, utilizar un buen sistema de etiquetado y elegir las etiquetas correctas puede ser la diferencia entre un flujo de inventario eficiente o… todo lo contrario.

Las etiquetas son un elemento importante, al que no siempre se le presta la debida atención. Y eso, a pesar de que es clave para la identificación rápida de productos. Es muy difícil, o imposible, optimizar la gestión de inventario si no se implementa el etiquetado correcto.

Existe una amplia gama de tipos de etiquetas, cada una diseñada para funciones y entornos específicos. En este post vamos a contarte por qué es importante el etiquetado y cuáles son los principales tipos de etiquetas que se pueden emplear en un almacén. 

 

¿Por qué es importante el etiquetado en la gestión de almacenes?

El etiquetado se refiere a la identificación de los artículos dentro del almacén y la referencia a las zonas asignadas para apilarlos. 

Sirve como un sistema de señalización visual que permite conocer rápidamente la ubicación de los productos. Esto no solo acelera el proceso de recuperación de la mercancía, sino que también reduce el riesgo de errores humanos, mejorando la precisión y ayudando a las empresas a racionalizar sus operaciones y hacerlas más eficientes.

De forma general, cada etiqueta proporciona información importante de cada producto, como la fecha de recepción, fecha de vencimiento si la hubiera, número de lote, entre otros aspectos. 

Esa información contenida en la etiqueta, ayuda a mantener un control preciso del inventario, evitando pérdidas y facilitando la planificación de reposición.

De hecho, uno de los 5 problemas más habituales en un almacén tiene que ver con la mala elección de sus etiquetas logísticas.

De cara a la preparación de productos para su expedición, las etiquetas claras y legibles agilizan el picking y la preparación de pedidos, reduciendo los tiempos de espera. Y cada minuto ganado contribuye a la satisfacción del cliente, ya que se mejoran los tiempos de entrega significativamente.

Estas son las principales ventajas de un buen sistema de etiquetado en un almacén:

  1. Identificación rápida de la mercancía: lo que influye en la reducción de tiempos de búsqueda, manipulación y recuperación de productos.
  2. Precisión en la gestión del inventario: se mejora el control de las fechas de recepción, vencimiento, lotes, etc. Se puede planificar mejor la reposición y evitar el agotamiento del stock.
  3. Reducción de errores: aumenta la precisión en la preparación y despacho de pedidos, punto de la cadena donde se producen las mayores pérdidas. 
  4. Más facilidad para la implementación de tecnologías avanzadas: el etiquetado se integra en el SGA, para un mejor control de la mercancía dentro del almacén. También prepara el terreno para la adopción de mejoras, como la identificación por radiofrecuencia (RFID).
  5. Optimización del espacio de almacenamiento: al mejorar la asignación de ubicaciones para cada producto, se puede planificar una distribución más lógica y eficiente.

 

Tipos de etiquetas de almacén

En líneas generales, se pueden hacer tres grandes divisiones en cuanto al tipo de etiqueta: según lugar de colocación, la tecnología y el material. Vayamos por partes:

 

1. Según el lugar de colocación:

Las etiquetas pueden colocarse en diferentes lugares, en función de su objetivo. Pueden clasificarse en estos 4 tipos: 

  • Etiquetas para estanterías: son etiquetas que se colocan verticalmente, en los soportes de los racks, y que contienen toda la información sobre el nivel de la estantería donde están colocadas. Según los requisitos de cada almacén, pueden ser permanentes o temporales.
  • Etiquetas para palés: se trata de marcadores adhesivos diseñados específicamente para unidades móviles, que pueden ser palés pero también cajas de cartón o contenedores de plástico.
  • Etiquetas para contenedores: se colocan en los contenedores de plástico u otros recipientes usados habitualmente para almacenar artículos individuales. De ese modo, los operarios localizan los productos con facilidad.
  • Etiquetas de suelo: pueden ser adhesivas o colocarse atornilladas. El suelo de los almacenes, bien etiquetado y señalizado, aporta información importante. Las etiquetas en concreto pueden dividir espacios, delimitar puestos de trabajo o ubicaciones de almacenamiento, etc. 

 

2. Según la tecnología utilizada

Existen diferentes sistemas de identificación de productos mediante la etiqueta. Estos son los 2 más habituales:

  • Código de barras: es un sistema usado desde hace años, muy eficaz para la organización de productos pero con algunas limitaciones, sobre todo en cuanto a la información que contienen y el modo de lectura
  • Etiquetas RFID: más versátil que el código de barras. Su sistema se basa en la identificación por radiofrecuencia, y gana terreno a medida que avanza la digitalización del sector.

> Conoce estos dos tipos de etiqueta a fondo: código de barras vs RFID. 

 

3. Según el material empleado

Las etiquetas pueden estar fabricadas con diferentes materiales, como por ejemplo:

  • Papel: las de uso más común. Son baratas y versátiles, aunque con limitaciones claras, ya que son las que se estropean con mayor facilidad.
  • Poliéster: garantizan una buena legibilidad, ya que son muy resistentes a la humedad, el polvo y el desgaste. Permite una impresión de calidad y son adecuadas para códigos de barra o QR.
  • Magnéticas: se adhieren a la superficies metálicas, como los estantes. Al no necesitar adhesivos, se facilita su retirada o reposición cuando sea necesario. Además, son robustas y duraderas.
  • De metal o aluminio: son la opción recomendable para entornos en los que deban resistir condiciones extremas, como altas temperaturas, exposición a químicos o alta abrasión. 

 

¿No sabes cuál es el sistema de etiquetado que más conviene a tu negocio? ¿Estás planteándote implementar etiquetas RFID para mejorar la eficiencia? Consúltanos y te informamos de las opciones sin compromiso.