Cómo poner en marcha un pequeño almacén. Guía básica

Almacén
9 pasos para crear un pequeño almacén desde cero

Si estás pensando en crear un negocio de almacenaje desde cero, esta es la guía que necesitas para empezar. Hoy hacemos un repaso de los pasos necesarios para poner en marcha un almacén eficiente.

Puede ser todo un reto, sobre todo si es la primera vez que entras en este sector y desconoces lo que hay que tener en cuenta. 

No obstante, un negocio de soluciones de almacenaje es sencillo de arrancar y rentable, si se hacen las cosas bien y se elige una ubicación estratégica, cerca de empresas a las que brindar servicio.

 

9 pasos a tener en cuenta para crear de cero un almacén

Poner en marcha un pequeño almacén puede ser una gran oportunidad para emprendedores. 

Basta con encontrar un espacio adecuado, acondicionarlo según el tipo de mercancía que vaya a albergar, crear un sistema de gestión eficiente y empezar a dar servicio a empresas que necesiten externalizar el almacenamiento porque no disponen de espacio en sus dependencias.

Como ves, en principio es sencillo. No obstante, es necesario dar los pasos correctamente desde el minuto uno para asegurar la rentabilidad del almacenamiento como negocio. 

Por eso en este post vamos a repasar los principales factores que hay que tener en cuenta durante el proceso. Toma nota:

 

1. El plan de negocio

Como cualquier otra empresa, el primer paso es elaborar un plan de negocio. Aparte de que es esencial para definir y darle forma al proyecto, resulta imprescindible para conseguir préstamos, encontrar inversores o acceder a cualquier otra vía de financiación. 

Un plan de empresa debe incluir un análisis del concepto de negocio, la competencia, la financiación, la legislación y la estructura empresarial.

 

2. Cálculo de costes

Dependerá de muchos factores, pero hay que empezar a hacer números desde el principio. ¿Vas a crear por completo la infraestructura o reformar un almacén ya existente, para adaptarlo a las nuevas necesidades? ¿Alquiler o compra? 

Además, hay que incluir otros gastos: equipos y maquinaria, tasas por permisos o licencias, nóminas, vehículos, gestión y marketing, etc.

 

3. La financiación

La mayoría de los negocios que empiezan necesitan abrir vías de financiación externa. La más habitual es el préstamo bancario. Tendrás que ir a tu entidad y negociar las condiciones. Consulta diversas opciones y compara lo que te ofrece cada una de ellas, sobre todo duración del préstamo e intereses.

Otra posibilidad es presentar tu negocio a algún inversor y tratar de despertar su interés, a cambio de una participación. Para lograrlo, lo fundamental es presentar un plan de negocio sólido y bien trabajado.

 

4. Los permisos

Como actividad comercial que es, será necesario obtener la licencia de actividad en el ayuntamiento donde vaya a estar ubicado el negocio. 

Ten en cuenta que existen diferentes categorías, por ejemplo, en función de si la actividad es inocua u objeto de incidencia ambiental, es decir, susceptible de causar algún perjuicio en el entorno. Has de obtener el permiso para operar en la categoría que corresponda.

 

5. La ubicación

La elección del lugar debe ser estratégica. La proximidad a centros empresariales, polígonos industriales o cualquier otro lugar donde se concentren potenciales clientes, puede ser determinante.

A partir de ahí, hay que estudiar si merece la pena comprar un almacén ya existente, arrendarlo o construirlo desde cero.

Esta última opción es, obviamente, la más cara, pero también es la que aporta la flexibilidad de diseñar un espacio plenamente adaptado a las necesidades del negocio.

 

6. El diseño

Un buen layout o diseño de almacén es mucho más importante de lo que puede parecer en un principio, ya que te ayudará a ahorrar tiempo y dinero.

Minimizar los desplazamientos, aprovechar al máximo el espacio, conseguir fluidez tanto en la recepción como en la expedición de mercancías… son solo algunas de las ventajas de un layout eficiente.

Para saber más, lee este post sobre las claves para diseñar un almacén. 

 

7. La compra de equipamiento

Cada almacén tendrá unas necesidades diferentes de equipamiento, lógicamente. No es lo mismo dedicarse a almacenar graneles, componentes electrónicos o productos perecederos. Pero en todos los casos, sin el equipamiento adecuado será difícil que el negocio tenga éxito. 

El equipo no solo facilita el trabajo de los operarios y aumenta la efectividad y el rendimiento, también contribuye a mantener un entorno laboral seguro. Hay diferentes tipos de equipamiento: para almacenaje, para elevación, para transporte, para embalaje, etc. 

 

8. Los trabajadores

Cualquier negocio es un trabajo de equipo, por tanto, es importante rodearse de trabajadores cualificados y comprometidos. Además, según el tipo de almacén, puede ser necesario contratar personal con preparación especial. 

 

9. La gestión

Controlar el inventario, llevar un registro de entradas y salidas, gestionar los pedidos, evitar fallos en el picking, conseguir que todas las entregas salgan a tiempo… ¿Cómo se consigue tener un almacén bajo control?

Para ahorrarte el ensayo-error, te recomendamos ir directamente a lo que funciona: necesitas un software de gestión de almacén capaz de coordinar todos los procesos. 

El mejor consejo que te podemos dar es que implementes nuestro SGA TWO y te ahorres quebraderos de cabeza desde el primer día.

 

¿Necesitas más? Te ayudamos a crear tu primer almacén

Poner en marcha un negocio de este tipo puede resultar abrumador, sobre todo si no se está familiarizado con las características y las necesidades operativas de un almacén moderno.

Si estás pensando en crear un almacén y necesitas ayuda, ponte en contacto con nosotros. Nuestro equipo te asesorará en lo que necesites.

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