Los 6 principales retos de los almacenes de alimentación

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Principales retos de los almacenes de alimentación

Dentro del sector, la logística de los productos alimentarios es especialmente desafiante: regulaciones y normativas, control de las caducidades, almacenamiento en frío, previsión de la demanda… 

A continuación, te detallamos cuáles son los retos más importantes de un almacén de alimentación.

 

Almacenes de productos alimentarios: 6 desafíos a tener en cuenta

Dentro del conjunto de la cadena de suministro que recorre un alimento desde la fase de producción hasta el consumidor final, el almacenamiento constituye un eslabón importante para garantizar la calidad y la seguridad, que se basan en estos 6 pilares:

 

1. Trazabilidad

En cualquier almacén, pero especialmente en uno de productos alimentarios, es imprescindible poder tener una visión completa del histórico de un producto a lo largo de toda la cadena de suministro y saber en todo momento en qué punto se encuentra una mercancía y por qué eslabones o fases ha ido pasando. 

En este caso, de ello depende en buena medida la seguridad alimentaria. Sin un sistema fiable de trazabilidad no es posible saber dónde está cada lote y en qué momento debe ser retirado por ejemplo, porque su fecha de caducidad ha vencido. 

 

2. Inventario

Disponer del stock necesario para satisfacer los pedidos es siempre un reto, más aún teniendo en cuenta que el mercado alimentario se ve afectado por tendencias de consumo que no siempre son fáciles de prever.

Aun así, el almacén que se dedica a este tipo de productos debe tratar de mantener el equilibrio para no quedarse sin mercancía y poder abastecer a sus clientes… pero no acumular demasiada cantidad. El exceso de inventario supone un problema, especialmente tratándose de productos con fecha de vencimiento o una vida útil limitada. 

Si el almacén no consigue tener bajo control la rotación de productos y que la mercancía se venda de una forma fluida dentro de los tiempos marcados, perderá lo invertido.

 

3. Calidad

Los clientes y consumidores son especialmente exigentes con los productos de alimentación. Además, la reputación de las marcas depende de que puedan mantener un alto nivel de satisfacción y generar experiencias positivas para los usuarios. De ahí que mantener unos estándares de calidad elevados sea otro de los grandes retos de los almacenes de este sector.

 

4. Seguridad

Sin duda, el factor más importante es la seguridad, que jamás debe verse comprometida. Más allá del sabor o la presencia, los productos deben ser seguros para el consumo, y ello depende en buena medida de que los procesos de almacenado hayan sido correctos, con condiciones adaptadas a cada tipo de alimento. 

Carnes, pescados, lácteos, frutas y verduras frescas, necesitan almacenaje refrigerado, mientras que con otros productos envasados o empaquetados es prioritario mantener unas condiciones óptimas de humedad.

 

5. Cadena de frío

El control efectivo de la cadena de frío es esencial para preservar tanto la calidad como la seguridad de los productos alimentarios perecederos. 

Es necesario que los almacenes cuenten con infraestructuras adecuadas para el tipo de productos con los que trabajan, con instalaciones de refrigeración y congelación eficientes capaces de mantener la cadena de frío.

Los equipos frigoríficos deben estar monitorizados 24/7 para vigilar cualquier alteración, no sólo en lo relativo a temperatura o el grado de humedad, también hay que tener en cuenta otras variables, como la condensación, consumos, vibraciones, presión o cortes de suministro. Los datos obtenidos han de ser procesados por un software específico.

> Conoce cuáles son los retos del almacenamiento en frío pinchando aquí. 

 

6. Alérgenos

Para cumplir con la legalidad, las industrias alimentarias deben tener implementado un sistema que garantice una correcta gestión de alérgenos en su producción, con protocolos en toda la cadena que eviten la contaminación cruzada. Eso abarca la producción, el envasado, el etiquetado… y también el almacenaje de alimentos. 

El objetivo es minimizar la probabilidad de que, con la manipulación, las trazas de alérgenos se dispersen y puedan contaminar otros productos.

 

TWO, aliado de los almacenes de alimentación

Para la correcta gestión de un almacén de alimentación, contar con un SGA no es una opción, sino una necesidad. 

Un SGA es clave para mantener la trazabilidad. El software permite conocer en tiempo real toda la información del lote, fecha de producción, certificados, variedad del producto, lugar de origen, etc. 

Es esencial para una gestión eficiente del inventario, mejorando la planificación y alineando la oferta y la demanda. Si además incorpora funciones de analítica predictiva, será posible incluso tener en cuenta los datos históricos para hacer previsiones fiables, que permitirá a la empresa estimar el número de pedidos y adelantarse al mercado.

Finalmente, es la garantía para monitorizar todos los procesos de almacenaje y asegurar que cumplen con todas las normativas y regulaciones que imponen las autoridades sanitarias.

En SCM Logística hemos implementado nuestro propio SGA, The Warehouse Organizer (TWO) en multitud de almacenes de distintos sectores, incluido el alimentario. Y, en ocasiones, asumiendo importantes retos. 

Por ejemplo, cuando nos propusieron implementar TWO en una gran empresa alimentaria sin interrumpir la actividad. Lo hicimos en Garcimar, una empresa de congelados y refrigerados. Aquí te contamos los detalles.

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