Cómo manipular palets con seguridad

Palets: 7 claves para manipularlos con seguridad

Los palets son un elemento utilizado en prácticamente todos los almacenes, y una pieza básica en el funcionamiento de la cadena de suministro global.

 Pero también pueden ser un peligro para los operarios si no se manejan tomando las precauciones adecuadas.

Es importante conocer cuáles son las prácticas correctas para garantizar la seguridad y la salud en el trabajo. Te damos unos cuantos consejos útiles para que revises si estás aplicando los procedimientos correctos en el manejo de los palés.

 

Claves básicas de seguridad para manipular palés en un almacén

Evitar los accidentes en el entorno de trabajo debe ser una prioridad. En un almacén, hay muchos peligros potenciales para la seguridad y la salud de los trabajadores, por lo que es indispensable conocer y respetar los procedimientos de manipulación de mercancías y equipos para evitar todos los riesgos posibles.

Uno de esos riesgos, de los más habituales, tiene que ver con la manipulación de palets, tanto con cargas como vacíos. 

Esguinces y torceduras, fracturas de los dedos de los pies, heridas punzantes, desgarros, son algunas de las lesiones que pueden producirse por manipular un palet de forma incorrecta o por no cumplir con el mantenimiento recomendado.

Estas son algunas pautas a tener en cuenta en un almacén para reducir al mínimo o evitar accidentes con palets.

 

1. Los palets no son plataformas elevadoras

Aunque están preparados para soportar mucho peso, siempre se trata de cargas distribuidas de manera uniforme, por tanto, no deben utilizarse palets como plataformas o “escaleras” para que un trabajador acceda a un lugar en altura. 

Un trabajador de pie sobre un palet puede lesionarse si se cede una tabla de la plataforma debido al peso o si se le queda atrapado un pie entre las tablas.

 

2. Cuidado al apilar los palets

Cuando hay que almacenar palets vacíos, siempre deben colocarse sobre plano. Jamás se apilan apoyándolos verticalmente, sobre uno de sus lados. En esa posición son muy inestables, podrían volcarse y lesionar al trabajador.

Asimismo, es importante que los palés se almacenen en las zonas designadas para ello. Nunca en zonas de paso frecuente ni entorpeciendo los accesos. Por supuesto, no deben colocarse cerca de salidas de emergencia, equipos de rescate o extintores.

 

3. El mantenimiento es fundamental

Mantener los palets en buen estado es importante siempre, pero especialmente en el caso de los de madera, los más habituales y también los que más accidentes provocan.

Hay que inspeccionarlos regularmente para comprobar que no se han desprendido los largueros, que no hay astillas ni grietas o maderas salientes. Los clavos sueltos también deben ser retirados. 

Conviene retirar los palets que tengan puntos débiles o daños evidentes para evitar que se vuelva a usar por error. Si acaban utilizándose, pueden suponer un grave peligro, especialmente en una estantería alta con una carga pesada. 

Los palés dañados deben repararse o, si ya no tienen más vida útil, reciclarse. 

 

4. Usa equipos de protección individual

Utilizar los EPI adecuados, principalmente guantes y calzado de seguridad, protege de lesiones en manos y pies, las más frecuentes cuando se manipulan palés. 

 

5. Higiene y limpieza de los palets

Dado que los palés están en contacto directo con la mercancía, la limpieza es un factor importante.

Los palés de madera son los más habituales y también los que más fácilmente se contaminan. Al ser un material poroso y absorbente, la madera debe ser higienizada regularmente para no propagar plagas, especialmente en el caso de palés utilizados en el comercio internacional.

Existe una normativa técnica fitosanitaria que los embalajes de madera deben cumplir, para evitar la diseminación de organismos nocivos.

Para sectores como el alimentario, se utilizan palés de plástico, un material no poroso que es más difícil que transmita plagas, hongos o bacterias. Además, es más fácil de higienizar con detergentes, productos antibacterianos o tratamientos de vapor.

 

6. Carga manual, no

Algunos palés ligeros pueden ser movidos por una sola persona. En cualquier otro caso, se deben utilizar equipos mecanizados. 

Si en algún momento no es posible, un empleado nunca debe tratar de mover un palé por sí mismo. Es mucho más seguro y eficiente hacerlo entre dos para garantizar una distribución adecuada del peso y reducir el riesgo de lesiones.

 

7. Precauciones para las carretillas elevadoras

Las carretillas elevadoras son el método más extendido, seguro y eficaz de mover palés en un almacén, siempre que se haga con precaución.

El trabajador responsable del manejo de la carretilla elevadora debe tener la formación y la experiencia suficientes para desenvolverse con seguridad. 

En ocasiones, la prisa excesiva lleva a cometer errores básicos. Por ejemplo, es importante que las horquillas que levantan el palé se introduzcan completamente antes de iniciar el movimiento. Si no se hace así, la carga puede descompensarse y podría producirse un vuelco.

Tampoco es buena idea tratar de abarcar demasiado. Cargar una pila de palés no es recomendable, ya que pueden desequilibrarse y caer.

 

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Tipos de palés

[Palés] Qué son, principales tipos y por qué son imprescindibles en logística

Hoy por hoy, no se concibe el almacenamiento ni el transporte de mercancías sin los palés. El palé es un elemento esencial en logística para agrupar mercancías en una unidad y desplazarlas de manera sencilla, con seguridad y con el mínimo esfuerzo.

Los palés más ampliamente utilizados son los de madera, pero no son los únicos que existen. Hoy queremos hablarte de los diferentes tipos de palé y cómo hacer la elección adecuada, según el uso que vayamos a darle.

 

Qué es un palé y cuáles son los tipos de palé más habituales

El palé (o pallet, en inglés) una estructura horizontal de pequeña altura, utilizada como base para colocar una unidad de carga. Gracias a los palés, se puede elevar, trasladar y apilar la mercancía con comodidad y seguridad.

Se utilizan tanto para mover cargas pesadas y voluminosas, como para agrupar muchas unidades y manejarlas como si fuera una. 

Paletizar mercancías es una práctica habitual tanto para almacenar como para transportar cargas (Lee aquí cuáles son las máquinas de almacén más habituales para desplazar y elevar mercancía). Para mayor seguridad, los palés se suelen retractilar, es decir, se embalan con un film termoplástico para proteger la carga y facilitar su manipulación.

Utilizar palés es una forma de aprovechar el espacio de almacenamiento y transporte, con el consiguiente ahorro de costes.

En el mercado existen diferentes tipos de palés, clasificados o bien por su tamaño o bien por el material con el que están fabricados.

 

Según su tamaño

Los palés pueden clasificarse en varios tipos en función de su tamaño. Los más habituales son estos dos:

  1. Palé americano: tiene unas medidas de 1200 x 1000 mm, por lo que son más pesados que los europalés. Están fabricados con maderas duras, como roble o arce, y son valorados por su resistencia y durabilidad. Se utilizan sobre todo en EEUU y Japón.
  2. Europalé: tienen unas dimensiones de 1200 x 800 mm, más pequeños y compactos que el palé americano. Además, suelen fabricarse con maderas más blandas y ligeras, como el pino. Son los más utilizados en Europa para el transporte internacional de mercancías. 

Estos dos tipos de palé, americano y europeo, son los estándares más empleados en logística internacional, aunque no los únicos. 

Es posible encontrar palés reducidos (600×400 o 600×800) para mercancías más pequeñas, e incluso palés a medida, diseñados para satisfacer requisitos específicos, cuando es necesario acomodar una mercancía de un tamaño o forma fuera de los estándares. 

 

Según su material

Otra forma de clasificar los palés es en función del material con el que están fabricados. Estos son los más habituales:

  1. Madera: son los más utilizados en logística. Son duraderos, asequibles y fáciles de reparar. Se fabrican con distintos tipos de madera, tanto dura como blanda. Sin embargo, tienen una vida útil limitada. Se deterioran con relativa facilidad y deben mantenerse desinfectados mediante tratamientos térmicos o fumigación para evitar la aparición de plagas. A cambio, se pueden reutilizar y/o reciclar, lo que permite recuperar al menos parte de la inversión hecha.
  2. Fibra de madera: están fabricados con materiales como astillas, virutas y serrín de madera, prensados y pegados con resina. Resultan más ligeros y fáciles de manejar que los de madera. Son respetuosos con el medio ambiente, ya que provienen del reciclado o reutilización de otros materiales, y son también biodegradables. Por tanto, interesantes si tu empresa busca implementar soluciones de logística verde.
  3. Cartón: su mayor ventaja es que son desechables, válidos para un solo uso. Se utilizan sobre todo en la industria de la alimentación.
  4. Metal: es el palé más resistente, con mayor vida útil… y también el más caro. El metal es un material no poroso , por tanto, muy higiénico y fácil de mantener limpio. Este tipo de palé se utiliza para cargas pesadas y para aquellas que necesitan determinadas condiciones de higiene.
  5. Plástico: reutilizables, fáciles de limpiar, de bajo mantenimiento… Los palés de plástico son cada vez más populares. Se fabrican con distintos materiales, como el polietileno de alta densidad (HDPE), y se utilizan en industrias que requieren una manipulación higiénica, como la alimentaria y la farmacéutica.

 

Cómo elegir un palé

La elección del tipo de palé depende de múltiples factores. ¿Cuál va a ser su uso? ¿Qué tipo de mercancías va a albergar? ¿Hay consideraciones especiales a tener en cuenta? Pon atención a estas claves:

  • Tamaño: la superficie del palé debe coincidir con el tamaño y la forma de las mercancías que transporta.
  • Capacidad de carga: verifica que el palé elegido pueda soportar con seguridad el peso de la mercancía. Para calcular la capacidad de peso máxima, hay que tener en cuenta los pesos adicionales que puedan añadirse en el transporte, como por ejemplo el del embalaje.
  • Material: según el tipo de carga, puede ser necesario elegir un palé u otro. Por ejemplo, los palés porosos no deben utilizarse para transportar mercancías sanitarias por razones de seguridad.
  • Coste: no todos los palés cuestan lo mismo. Para saber cuál conviene en cada caso hay que tener en cuenta la vida útil estimada del palé y el coste de su mantenimiento o reparación.
  • Normativa: existen normativas ISO para regular el uso de los palés de madera en aspectos como manipulación, tamaños y dimensiones, reparación, etc. Estos también deben respetar los controles fitosanitarios impuestos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que establece pautas estrictas de desinfección para garantizar la seguridad.

 

El uso del tipo de palé adecuado puede ayudarte a optimizar recursos en tu almacén, pero aún hay mucho más que puedes hacer. ¿Quieres saber cómo mejorar la operativa de tu negocio? Si no sabes por dónde empezar, te ayudamos. Llámanos y te asesoramos sin compromiso.