Estrategias para una gestión de almacén eficiente

Estrategias para una gestión de almacén eficiente

Gestionar un almacén es una tarea muy compleja. Para que todo funcione realmente con la precisión de un reloj suízo, hace falta hacer un importante esfuerzo de coordinación entre muchos eslabones. 

Proveedores, distribuidores, transportistas, personal administrativo, operarios… Todo suma para una gestión eficiente.

Para ayudarte, te damos algunas claves. 

 

¿Cómo mejorar la gestión de tu almacén? Aquí tienes 6 estrategias 

Lamentablemente, hay prácticas todavía habituales en muchos almacenes que lastran la productividad y condicionan el crecimiento de la empresa, por ejemplo:

  • El uso del papel para el control de procesos: fuente de errores recurrentes.
  • Un mal diseño de la zona de almacenamiento: la mercancía está mal distribuida y no se aprovechan los espacios disponibles. 
  • Colocación incorrecta de la mercancía: el trabajo del personal se multiplica, ya que se hacen muchos desplazamientos innecesarios para corregir fallos.
  • Procesos duplicados: la descoordinación entre departamentos o secciones ralentiza el trabajo, etc.

Hay muchos factores que pueden derivar en una mala gestión. Para compensar la balanza, hoy vamos a ofrecerte las claves que tienen en común los almacenes que funcionan de manera más organizada, cometiendo los errores mínimos y sacando el máximo provecho de todos sus recursos. ¿Tomas nota?

 

Gestiona los espacios correctamente

En un almacén, el espacio es lo más preciado. Dicho de otra manera, gestionarlo mal es igual a perder dinero. 

Una correcta distribución del espacio evitará tanto las sobrecargas en determinadas zonas como los espacios vacíos. Además, al crear una planificación del espacio se estudiará la facilidad de acceso, para que el personal pueda reducir los tiempos de búsqueda y de preparación de pedidos. 

 

Mejora las comunicaciones

Como sabes, en logística siempre hablamos del concepto de “cadena”: la supply chain o cadena logística. Es una imagen 100% real, que define perfectamente el funcionamiento de este tipo de actividad. 

Pero para que todo funcione correctamente es necesario que los eslabones se comuniquen de forma rápida, fiable y sin ambigüedades. 

Compartir información entre departamentos permite planificar mejor, ahorrar gestiones y comprobaciones intermedias y ejecutar las operaciones con más fluidez. 

Aquí tenemos que hablarte de soluciones tecnológicas, ya que, de otro modo, es imposible alcanzar un nivel de efectividad óptimo.

¿Aún no sabes qué es un SGA? Es el software diseñado específicamente para almacenes que centraliza y coordina todos los procesos. Te invitamos a que conozcas más sobre nuestro SGA TWO, uno de los mejores que puedes encontrar actualmente en el mercado.

 

Elimina los cuellos de botella

Todo almacén ineficiente padece, en un punto u otro, los temidos cuellos de botella. Y un cuello de botella siempre es la punta del iceberg de un problema organizativo mayor: falta de capacidad de almacenamiento, picking ineficiente, personal escaso o mal organizado, problemas de stock, etc.

Una consultoría logística detectará los procesos ineficientes y propondrá las soluciones concretas para mejorar la gestión logística en cada caso

 

Organiza la mercancía estratégicamente

Hay diferentes métodos para clasificar el inventario en categorías y otorgarle ubicaciones en función del movimiento que registren y el beneficio que aporten.

Uno de estos sistemas, muy utilizado, es el llamado método ABC, que asigna una letra a cada tipo de producto para identificar rápidamente cuáles son las mercancías más estratégicas y, con esa base, reorganizar el almacén. 

Otros sistemas que es interesante conocer son los llamados FEFO, FIFO y LIFO, que optimizan el flujo de mercancía en función de parámetros como la fecha de caducidad o el tiempo de permanencia de los artículos dentro del almacén. 

 

Brinda formación a tu equipo

El personal es un factor clave en la gestión eficiente de un almacén. Contar con un equipo de trabajo capacitado y motivado es fundamental para que los procesos se lleven a cabo de forma correcta y se cumplan los plazos de entrega.

Por eso es importante facilitar la formación necesaria para desempeñar la tarea asignada con eficacia, así como condiciones laborales equilibradas y un ambiente de trabajo adecuado.

 

Elige bien a tus partners

Sí, tus colaboradores externos también influyen en la eficiencia de tu almacén. Es lógico, si pensamos (una vez más) que la logística es una labor de equipo y hay que funcionar en cadena.

Seguramente ya sabes, porque te haya sucedido alguna vez, que trabajar con proveedores poco fiables puede ser una auténtica pesadilla.

De ahí la importancia de elegirlos bien y conservarlos cuando se ha logrado un funcionamiento bien coordinado. 

En este sentido, la estrategia de priorizar siempre lo más barato no tiene por qué ser la mejor. Un proveedor que cumpla con lo acordado, en los tiempos pactados y con un servicio de calidad, puede ahorrarte mucho dinero. 

Por eso, cada vez se habla más de la logística colaborativa y de las relaciones comerciales provechosas para todas las partes.

 

¿Hacemos tu almacén más eficiente?

Es cuestión de analizar la situación desde un prisma diferente, con profesionales cualificados para aportar soluciones, y empezar a implementar cambios que erradiquen para siempre los errores más habituales.

Podemos ayudarte con eso. Nuestro equipo está preparado para responder a tus preguntas y orientarte sin compromiso. ¿Nos llamas?

Errores de picking más comunes

Estos son los errores de picking más comunes en un almacén. ¡Identifícalos!

En un almacén, el proceso de picking es uno de los que más recursos consumen y más puede afectar a la productividad de la empresa, especialmente si se producen errores y cuellos de botella. 

Cualquier fallo en este proceso provoca retrasos en las entregas, pérdida de confianza de los clientes, duplicación de tareas, sustitución equivocada de productos, etc. Es decir: un picking ineficiente es un lastre para los objetivos de la empresa.

Pero el problema más grave es estar tan acostumbrado a convivir con un amplio margen de error que ni siquiera se identifiquen los fallos, o se considere que entra dentro de “lo normal” que haya equivocaciones en el picking.

Para ayudarte, hemos hecho una lista con los errores de picking más habituales en un almacén. ¿Identificas alguno de ellos?

 

Atención a estos 5 errores de picking más habituales

Muchas empresas se han acostumbrado a operar asumiendo unos márgenes de error que comprometen su rendimiento y que, en un almacén moderno, no son aceptables.

Porque, más allá de los errores, se entra en una dinámica de solución de problemas que es interminable. Y debemos ser inteligentes: mejor que solucionar problemas, es evitarlos.

Si quieres eliminar o reducir al mínimo los fallos (menos de un 0,5%), presta atención a esta lista de errores

 

1. Los productos no están donde deberían

Es uno de los fallos más frecuentes: el trabajador va a buscar una referencia y no la encuentra en su lugar de almacenamiento, por lo que tiene que ponerse a buscarla hasta dar con ella y devolverla a su lugar. O, peor aún, no se da cuenta del error y procesa un artículo equivocado (que luego será devuelto).

En cualquiera de los dos supuestos, habrá que dedicar un tiempo valioso a analizar qué ha pasado y por qué ese artículo no estaba en el lugar correcto, para poder corregirlo. 

 

2. Los listados tienen datos incorrectos

Este tipo de errores es frecuente en aquellos almacenes que todavía mantienen un sistema de organización basado en el papel, y organizan el picking de forma manual.

Con este sistema, anotando en un papel las referencias para localizar los productos del inventario, se pueden producir incontables fallos. El manejo manual de datos es un pozo sin fondo de errores humanos.

No hay más solución que eliminar definitivamente el papel e implantar soluciones digitales.

 

3. No se establecen prioridades

Cada almacén debe priorizar pedidos siguiendo un sistema adaptado a su tipo de actividad o modelo de negocio. 

Hay distintos modelos de gestión para organizar las entradas y salidas de mercancía, los más conocidos son FEFO, FIFO y LIFO, que organizan la actividad del almacén para dar prioridad a los productos en función de distintos criterios, como la fecha de vencimiento o su antigüedad en el almacén.

Sea como sea, debe establecerse una estrategia, y nunca dejar la clasificación de pedidos a la improvisación.

Errores comunes provocados por esto pueden ser: que caduquen productos, que no se atiendan primero los pedidos más urgentes o que no se coordinen los pedidos con los horarios de recogida de los transportistas.

 

4. Se olvidan los pedidos a medio hacer

En ocasiones, no es posible completar un pedido: falta mercancía que no ha llegado y hay que esperar a que haya inventario.

Muchas empresas adelantan el picking de la parte del pedido que sí se puede hacer y lo dejan sin cerrar, a la espera de que lleguen los artículos que faltan.

En ese punto, es cuando pueden cometerse errores. Por ejemplo, que el pedido incompleto se apile en una zona poco habitual y se pierda, o que un trabajador piense que son artículos que hay que devolver a las estanterías y los recoloque, o que simplemente ese pedido quede olvidado y se traspapele definitivamente.

 

5. Se pierden los detalles de un pedido

En un almacén con un sistema de organización poco eficiente, es posible perder información importante para preparar un pedido, especialmente si se utilizan instrucciones impresas. 

De nuevo, el papel es una fuente constante de problemas: se rompe, no se lee bien por una impresión deficiente o, simplemente, se queda olvidado en algún rincón.

Los modernos sistemas de picking por voz y picking visual son la solución para erradicar definitivamente este tipo de fallos. El trabajador recibe instrucciones directamente del sistema y le permite trabajar en modo manos libres, mucho más eficaz.

 

Soluciona los problemas de picking con un SGA

Estos son solo algunos de los problemas a los que puede enfrentarse tu almacén, especialmente si aún sigue utilizando papel en sus operaciones.

Si quieres controlar y reducir drásticamente este tipo de errores, la solución pasa por digitalizar la gestión, implementando un software que tome el control de los procesos.

Nuestro SGA TWO es una solución integral para llevar la gestión de almacén a un nuevo nivel. ¿Te contamos qué podría hacer por ti? Ponte en contacto con nosotros y recibe el asesoramiento que necesitas.

Zonas de un almacén

¿Cuáles son las principales zonas de un almacén?

Para funcionar correctamente y ser efectivo, un almacén debe estar adaptado a las distintas operaciones y procesos, y para eso es necesario establecer diferentes zonas según el flujo de trabajo.

Un buen diseño de almacén, con una correcta distribución de las distintas zonas, ayudará a los operarios a trabajar más rápido. Por el contrario, un espacio mal distribuido entorpece y ralentiza la actividad del almacén.

Por eso es tan importante diseñar unas divisiones inteligentes, ajustadas a las necesidades de la empresa. A continuación, te contamos cuáles son las zonas de almacén más habituales.

 

Estas son las 7 zonas básicas de un almacén 

Aunque no todos los almacenes son iguales, sí hay una serie de zonas que son comunes a la mayoría de ellos. Son estas:

 

1. Carga y descarga

Es el lugar con acceso rápido y cómodo al transporte, desde donde entran y salen las mercancías en el almacén. Debe estar equipada con la maquinaria adecuada para que el trabajo de carga y descarga se realice en el menor tiempo posible y los vehículos (normalmente camiones o furgonetas de reparto) puedan continuar su ruta.

En algunos almacenes, la zona de carga y descarga está integrada en el almacén, normalmente en un lateral de la nave, y tiene un acceso directo al interior para depositar o recoger la mercancía. 

En otros, esta zona se encuentra dentro de las instalaciones pero separada del edificio principal. En este caso, el acceso al edificio no es tan rápido, pero puede ser necesario hacerlo así cuando, por ejemplo, la mercancía llega por ferrocarril.

 

2. Zona de recepción

Una vez descargada la mercancía se traslada a la zona de recepción, donde se clasifica y pasa un primer control para verificar la cantidad y la calidad de los productos. 

La recepción de mercancías es un momento crítico en la dinámica del almacén, ya que cualquier error en este punto influirá en el control de inventario y en el resto del flujo de trabajo. 

Por eso, es necesario tener un sistema de control que verifique todas las entradas, las etiquete y defina sus ubicaciones.

Una vez que las mercancías hayan sido convenientemente recibidas y clasificadas, pasan a la zona de almacenamiento.

 

3. Almacenamiento

El diseño de la zona de almacenamiento puede ser muy diferente en cada almacén, en función del tipo de mercancías con las que trabaje. 

La elección del tipo de estantería industrial, así como de las máquinas de almacén utilizadas para desplazar y elevar la mercancía,  también son clave para un aprovechamiento eficiente del espacio. 

 

4. Picking

O zona de preparación de pedidos. Es el área donde se reciben, clasifican y empaquetan (proceso de packing) los artículos que van a ser expedidos. 

Todas las tareas que se desarrollan en la zona de picking tienen como objetivo completar las órdenes de pedido y acondicionar los productos para su envío.

 

5. Expedición

Es el área donde se acumulan las mercancías ya preparadas para su envío al cliente, a la espera de ser cargadas en los vehículos de reparto y trasladadas a su siguiente destino.

 

6. Devoluciones

Dado el volumen de pedidos procedentes del comercio electrónico, muchos almacenes han tenido que habilitar zonas para procesar las devoluciones, ya que se ha convertido en los últimos años en una actividad más del almacén. 

Según los sectores, la tasa de devoluciones puede elevarse incluso hasta el 50% de los pedidos emitidos, por tanto es importante desarrollar instalaciones acondicionadas para recibir y tramitar los pedidos devueltos. 

 

7. Zona administrativa

En todo almacén hay un área destinada a las oficinas, donde están los puestos de trabajo del personal de gestión y administrativo, la atención al cliente o soporte a los transportistas.

 

La clave, un buen diseño de almacén 

Dividir el almacén por zonas es una forma de velar por la eficiencia. La división estratégica ayuda a organizar el flujo de trabajo y a aumentar la velocidad y la eficacia de las operaciones. 

Naturalmente, no todos los almacenes necesitan la misma distribución por zonas. El diseño de cada espacio debe estar en función de la actividad que desarrolle y de los procesos de trabajo. 

Si estás creando tu almacén desde cero o te planteas reformar el que ya tienes, es momento de optimizar el diseño. ¿Necesitas ayuda? Ponte en contacto con nuestro equipo profesional y resuelve tus dudas.

Diferencia entre un almacén, un centro de distribución y un fulfillment center

¿Conoces la diferencia entre un almacén, un centro de distribución y un fulfillment center?

Es muy habitual en logística escuchar los términos almacén o centro de distribución en los mismos contextos. Y, más recientemente, tenemos que sumar también el fulfillment center. Sin embargo, son conceptos que a menudo se solapan. ¿Sabrías decir por qué?

Hoy te explicamos en qué consiste cada una de estas ideas y cuál es su papel en la cadena de suministro.

 

Tres espacios con funciones específicas: almacén, centro de distribución y fulfillment center

Se trata de tres conceptos logísticos cuya diferencia básica está en las funciones que realizan y el valor que aportan a la cadena de suministro. Vamos a verlos un poco más de cerca.

 

El almacén, o la custodia de mercancías

Un almacén es un espacio donde se albergan grandes cantidades de mercancía durante un periodo de tiempo variable, que puede ser bastante extenso. 

Los almacenes suelen estar ligados a los centros de producción y son el lugar donde se deposita la mercancía para ser custodiada, en condiciones de seguridad, antes de que sean transportadas hacia el siguiente eslabón de la cadena de suministro.

Los almacenes tienen que estar dotados con personal cualificado para realizar las tareas básicas de recepción y verificación de mercancías, desplazamiento de la carga dentro del recinto, colocación y retirada de los productos, preparación de pedidos y consolidación de cargas y expedición.

Además, el almacén debe llevar un control exhaustivo del inventario en tiempo real, para asegurar el correcto funcionamiento de la cadena de suministro.

Si bien en el los almacenes del siglo pasado eran, básicamente, lugares donde guardar mercancía, los modernos almacenes del siglo XXI, más especializados y con un creciente grado de automatización, están preparados para aportar más servicios, más allá de ser un lugar para la acumulación de stock. 

 

Importancia estratégica del centro de distribución

Los centros de distribución tienen capacidad para almacenar grandes cantidades de inventario. Suelen estar ubicados en puntos estratégicos, bien comunicados por carretera, ferrocarril o mar, tanto para recibir la mercancía como para distribuirla desde ahí a otros centros, más cercanos al destino final de la mercancía.

Son especialmente importantes cuando el centro de producción está alejado de los puntos de distribución de la mercancía. Es el caso, por ejemplo, de productos fabricados en Asia que van a ser distribuidos en Europa. 

La posibilidad de contar con centros de distribución ubicados en lugares clave simplifica la operativa, ya que permiten reorganizar la mercancía para ahorrar costes.

Este modelo de distribución en red, a partir de los centros de distribución, permite a las empresas tener mayor control sobre el inventario. 

De ese modo, cuando se registra un pico de demanda en un punto, pueden acudir al centro de distribución disponer de existencias de forma rápida, evitando roturas de stock o largas esperas, cuando la mercancía tiene que ser transportada desde distancias más largas.

Su actividad está orientada a proveer a otros distribuidores, almacenes, comercios minoristas o centros de fulfillment

 

El fulfillment center y el auge del ecommerce

Los fulfillment center se han popularizado en la medida que el comercio electrónico ha ido creciendo en los últimos años y transformando la cadena logística. 

El fulfillment center se ocupa de recibir inventario (normalmente, procedente de un centro de distribución), procesar los pedidos, prepararlos y enviarlos, bien a otra empresa ((B2B), cuando se trata de un gran minorista que recibe un volumen importante de pedidos, o bien directamente al consumidor o cliente final (B2C).

Es habitual que una empresa con un alto volumen de pedidos vía ecommerce contrate los servicios de uno de estos centros, en calidad de operador logístico 3PL. De ese modo, externaliza la preparación de pedidos, la coordinación del transporte de última milla e incluso las devoluciones. 

El fulfillment center está orientado a optimizar los procesos de preparación y entrega, cuidando la experiencia del cliente.

Subcontratar con un proveedor 3PL especializado en este tipo de servicio, permite a las empresas mejorar el servicio al cliente mientras se centran en aquellas actividades que le aportan más valor.

 

Almacenes del siglo XXI, más diversos

Hoy por hoy, los almacenes ya están muy alejados del concepto estático que se refiere a un lugar en el que simplemente se apilan mercancías. Se han convertido en espacios dinámicos, capaces de ofrecer valor añadido mucho más allá del mero almacenamiento de mercancías.

Los llamados almacenes inteligentes incorporan distintas tecnologías, gestionadas todas ellas por un software específico o SGA. De ese modo, centralizan las tareas en un único sistema, en el que se integran las distintas automatizaciones que se puedan ir implantando.

Esta progresiva modernización, hacia la que caminan, a más o menos velocidad, los almacenes actuales, explica la aparición de espacios mixtos que superan el antiguo concepto de almacén: lugares más versátiles, adaptados a las necesidades del mercado y con un alto nivel de automatización de procesos.

¿Quieres mejorar la capacidad operativa de tu almacén? Hay múltiples soluciones de digitalización y automatización de procesos que pueden aumentar la eficiencia de tu almacén. 

Podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros y te asesoramos sin compromiso.

La importancia del suelo en un almacén

La importancia del suelo en un almacén

El suelo de un almacén es el espacio de trabajo, la base sobre la que se desarrollan todas las operaciones diarias. Por eso es tan importante elegir el suelo adecuado y, además, conservarlo en óptimas condiciones. 

Ten en cuenta que el suelo soporta el peso de las estanterías industriales, la circulación de carretillas elevadoras y otros vehículos, el paso constante de trabajadores, el vertido accidental de productos… Asegurar la calidad, durabilidad y resistencia del suelo es importante a la hora de diseñar un almacén.

Te explicamos por qué. 

 

¿Por qué tiene tanta importancia el suelo de un almacén?

Porque sobre él se levanta, literalmente, todo tu negocio. 

Por eso debe ser una prioridad desde que se empieza a planificar el proyecto: hay que analizar la calidad de la base, nivelar correctamente, establecer el grosor necesario, elegir los materiales en función del tipo de construcción y el uso que se le vaya a dar, etc.

Los suelos de un almacén deben resistir más o menos desgaste en función de su actividad. También tienen que aguantar el peso de la mercancía y las estructuras industriales e incluso estar preparados para la corrosión que provocan determinadas sustancias químicas.

Es fácil entender que no se le exige lo mismo al suelo de un almacén convencional, con estanterías de dos o tres alturas, que al suelo de un gran almacén autoportante que puede elevarse por encima de los 40 metros. 

¿Te imaginas que, al poco tiempo de actividad, apareciesen grietas en la instalación? Sería un enorme problema.

Pero además, el suelo debe ser seguro para los trabajadores y los equipos que operan habitualmente en el almacén. Cualquier defecto (fisuras, desniveles, agujeros) puede provocar un accidente laboral y poner en cuestión la seguridad en el entorno de trabajo.

Por todos esos motivos, una vez construído es necesario hacer revisiones periódicas que aseguren el buen estado de toda la superficie para soportar las distintas cargas, que son de dos tipos, principalmente: 

  • Estáticas: son las cargas cuya ubicación no cambia, o lo hace en muy raras ocasiones. Se trata, principalmente, de las estanterías industriales que hay en el almacén. 
  • Dinámicas: son las cargas cuya ubicación puede variar a lo largo del tiempo, como la maquinaria elevadora y otros equipos que se utilizan en el almacén.

 

Tipos de material más frecuentes para un suelo de almacén

Existe una amplia gama de pavimentos para un almacén, con los que se pueden crear superficies aptas para la instalación de sistemas complejos de almacenaje y con gran capacidad de carga. Los más habituales son estos: 

  • Epoxi: es un tipo de resina altamente resistente que no necesita juntas en el suelo, lo que favorece que no se acumule la suciedad y se limpie fácilmente. Es resistente, ignífugo y antideslizante. No requiere demasiado mantenimiento para conservarse en buenas condiciones por muchos años. 
  • Poliuretano: muy resistente a diferentes temperaturas, por eso suele utilizarse en exteriores o, por ejemplo, en cámaras frigoríficas. Aguanta la abrasión, los impactos y el sol. Una variante es el suelo de poliuretano-cemento, que a las características anteriores añade la resistencia a los químicos. Se utiliza sobre todo en el sector alimentario, farmacéutico y químico.
  • Hormigón pulido: es económico y resulta más estético que otros tipos de suelo. Hay diferentes diseños y colores, por lo que se prefiere para espacios que necesitan una apariencia innovadora. Es impermeable, fácil de limpiar y resistente a las sustancias químicas. 
  • Suelos para salas blancas: son los utilizados en instalaciones que necesitan una limpieza extrema y cero residuos. Hablamos de almacenes de medicamentos, cosméticos o productos de alimentación. Resisten los cambios térmicos y no son porosos, para una desinfección perfecta. 

 

5 razones para invertir en un suelo de calidad

¿Por qué merece la pena invertir en el mejor suelo posible, adaptado a la actividad del almacén? Toma nota de los principales motivos:

 

1. Por higiene

Dado que en un almacén suele acumularse mucha suciedad debido a los diferentes procesos que se realizan en ellos, elegir un suelo de un material fácil de limpiar es importante. 

Pero, además, no debe generar residuos en forma de polvo, astillas, arenilla u otras partículas. Esto es especialmente importante en determinadas actividades, como las que implican manipulación de alimentos, productos farmacéuticos y otros. 

 

2. Por resistencia

Es importante que el suelo de tu almacén tenga una larga vida útil, por eso debe resistir impactos, variaciones térmicas, el contacto con productos químicos, la humedad e incluso el fuego. 

 

3. Por seguridad

La calidad de los materiales también supone una garantía para la seguridad de los trabajadores y las mercancías.

Un buen suelo debe tener un revestimiento antideslizante y ser impermeable. Los suelos deteriorados o irregulares pueden suponer un peligro para los empleados y un obstáculo para los vehículos.

 

4. Por rentabilidad

Invertir en un suelo de buena calidad y en una instalación profesional asegurará que se mantenga en buenas condiciones por muchos años y que las reparaciones sean puntuales y poco frecuentes. Las inversiones inteligentes ahorran mucho dinero. 

 

5. Por versatilidad

Los almacenes no son estáticos, pueden evolucionar con el tiempo hacia otras actividades y otros procesos. Por tanto, es interesante instalar un suelo que pueda adaptarse a distintas necesidades. 

Es habitual (y recomendable) delimitar las distintas áreas de trabajo, rutas de vehículos, zonas de paso, zonas de almacenamiento, etc con marcas distintivas. Este tipo de indicaciones son muy útiles para los trabajadores y ayudan a que el almacén sea un entorno de trabajo más seguro y más eficiente.

Estas marcas en el suelo deben mantenerse en buen estado, ya que sufren mayor desgaste, y pueden adaptarse según el uso que se le esté dando a la instalación. 

 

¿Estás pensando en darle un impulso a tu almacén?

Partir de un buen diseño o layout es importante. Y para eso, es fundamental que consultes con profesionales cuál es la mejor opción para tu proyecto. ¿Te ayudamos? Solo tienes que ponerte en contacto con nosotros y te asesoramos sin compromiso.

Rotación de stock

¿Qué es la rotación de stock? Cómo calcularla para tener un almacén eficiente

¿Tienes un buen control del stock en tu almacén? ¿Sabes cómo calcular la rotación del inventario para evitar los problemas de suministro? Tener claro cuándo hay que reponer existencias es una parte importante del día a día de cualquier almacén o empresa.

Y es, además, imprescindible para el buen funcionamiento del negocio. Nadie quiere quedarse sin existencias de los productos más demandados ni acumular en exceso otros que tienen mucha menor salida. 

Tener el nivel correcto de stock, suficiente pero no demasiado, es uno de los puntos más sensibles de la logística de almacén. Por eso es tan importante establecer una rotación de inventario eficiente.

Hacerlo bien te ahorrará tiempo y dinero. 

 

Aclarando conceptos: rotación de stock e índice de rotación

La rotación de existencias es un proceso organizativo básico del almacén, que tiene como fin último establecer cuándo es necesario reponer el stock para que la cadena de suministro siga funcionando correctamente y sin interrupciones.

Manteniendo una rotación adecuada se aleja el peligro de que se produzca una rotura de stock, con todas las consecuencias indeseadas que conlleva: pedidos parados, pérdidas de tiempo y dinero, clientes insatisfechos, crisis de confianza, etc.

Por otro lado, tampoco se acumulan mercancías de más, lo que ayuda a mantener bajo control los costes de almacenamiento.

Otro de los objetivos de la rotación de inventario es evitar (o reducir a mínimos) la pérdida de mercancías causadas por caducidad u obsolescencia, pérdidas, deterioros, accidentes, etc.

Para llevar a cabo una correcta rotación de stock es necesario conocer el índice de rotación, que es la cifra que indica las veces que hay que reponer el inventario en un determinado periodo de tiempo (normalmente, un año). 

Esta cifra aporta información valiosa. Si es un ratio alto, indica que el flujo de mercancías es regular. Es un indicador positivo que apunta a que las ventas son constantes y se mantienen en el tiempo, y por tanto la empresa debe estar generando beneficios.

En una lectura muy generalista (siempre hay que valorar otros factores), un índice de rotación alto indica que los productos no permanecen mucho tiempo en el almacén.

Por el contrario, cuando en un almacén hay una rotación de existencias baja, se entiende que la mercancía no se repone con frecuencia. Esto puede ser por motivos diferentes, que habrá que analizar en cada caso. Por ejemplo, no es lo mismo que hayan descendido las ventas o que se estén haciendo mal los cálculos de aprovisionamiento.

 

Cómo se calcula la tasa de rotación de inventario

Para crear un sistema eficiente de rotación de inventario, lo primero y más importante es tener información fiable sobre la mercancía. ¿Cuáles son los productos con más movimiento? ¿Cada cuánto se agotan las existencias? ¿Qué mercancías tienen menor demanda y, por tanto, rotan menos? 

Puede ser muy útil para empezar a identificar los productos según su nivel de rotación, implantar el método de análisis conocido como ABC, que justamente clasifica cada referencia según su movimiento en el almacén y el valor que aporta.

No es el único sistema de gestión de inventario, hay otros. Cada empresa debe encontrar aquel que más se ajusta a su funcionamiento interno, sector y objetivos. 

Tener implantado un Software de Gestión de Almacén es básico para conocer los indicadores de rendimiento o KPI que necesitamos en tiempo real y con exactitud.

A partir de los datos, para calcular la tasa de rotación de inventario se aplica una fórmula matemática: 

Valor de las ventas / Valor promedio del inventario = índice de rotación.

Para hallar el valor de las ventas, calcula los costes totales de los bienes que se han vendido en ese periodo de tiempo específico. La cifra que se ha de tener en cuenta es el precio de coste. Deben incluirse tanto los costes directos como indirectos (mano de obra, etc).

El valor promedio del inventario es la media del valor de todas las existencias del almacén en el periodo indicado. Para eso suma el valor del inventario inicial y el valor del inventario final, y divídelo entre dos. 

Lo habitual es hacer el cálculo para un año. En casos puntuales, puede ser interesante establecer la tasa de rotación para periodos más segmentados.

Otro parámetro relacionado es aquel que indica cada cuántos días es necesario reponer las referencias que hay en el almacén. Para eso dividimos el tiempo entre el índice de rotación obtenido. 

La cifra resultante indica el número de veces al año (si ese es el periodo que hemos tomado como referencia) que reponemos las existencias de un determinado producto.

 

¿Quieres mejorar la gestión de inventario en tu almacén?

Un almacén que no tiene el control del stock es un barco haciendo aguas. Y sabemos que no es fácil, y que es una de las tareas más tediosas y que más tiempo consumen… O eso era antes, cuando los operarios trabajaban con listados en papel.

La digitalización ha cambiado el escenario y los procedimientos. Ahora, es posible mejorar la eficiencia de este y otros procesos de manera sencilla, fiable y en el tiempo mínimo.

Muchas empresas ya están implantando sistemas como nuestro SGA TWO, y ven enseguida los beneficios. Otras, aún se lo están pensando y dejando pasar un tiempo valioso, en el que podrían estar asegurando su lugar en el mercado a medio plazo.

Si aún te da un poco de vértigo meterte en ese cambio, recuerda que tienes a nuestro equipo de profesionales para resolver dudas. No dejes que tu empresa se quede atrás. Ponte en contacto con nosotros y prepara tu almacén para competir. 

Preparación almacén Black Friday

Prepara tu almacén para Black Friday

Se acerca una de las campañas de ventas más fuertes del año, ¿has preparado tu almacén para hacer frente al pico de pedidos que se espera? Black Friday supone una inyección importante para la facturación de tu almacén, pero también es un examen de efectividad y eficiencia. 

Preparar con tiempo todo lo necesario para ese incremento de demanda es fundamental para que la cadena funcione y tu almacén pase la prueba con un sobresaliente.

A continuación, te damos algunas claves para que todo vaya sobre ruedas.

 

Qué supone el pico de ventas de Black Friday para un almacén

Hay ocasiones en que no se pueden prever los aumentos de demanda, pero este no es el caso. Hace años ya que Black Friday es un momento superventas, en dura competencia con la campaña de Navidad. El comercio online se dispara, los clientes tienen la tarjeta en la mano y la predisposición para comprar es muy alta.

A cambio, los consumidores esperan rapidez en las entregas, comunicación fluida, y trazabilidad para saber, en tiempo real, cuál es el estado de su pedido.

Como todo profesional de la cadena de suministro sabe, la satisfacción del cliente depende de una entrega ágil y sin errores.

Y eso, cuando los pedidos crecen y el almacén está al máximo de su rendimiento, puede complicarse un poco. Por eso es importante prepararse para unos días de un sobreesfuerzo y tensión de la cadena de suministro. 

 

7 claves para preparar tu almacén para Black Friday

Más allá de simplemente recoger pedidos, empaquetar y expedir, el almacén debe ser capaz de manejar un volumen excepcional de trabajo de forma eficiente y sin bloquearse.

Estas claves pueden ayudarte.

 

1. Planifica el stock

Planificar el inventario es una de las tareas más difíciles en condiciones normales, cuánto más en una campaña en la que hay más factores que dificultan la previsión (y más en este año, en el que no se sabe cómo va a afectar la inflación en las ventas).

Incluso así debes tratar de adelantarte, teniendo en cuenta las campañas anteriores. Consulta los datos históricos para tener una referencia.

 

2. Adelántate a las necesidades de personal

Un aumento de carga de trabajo requerirá más operarios temporalmente. No dejes esa gestión para el último día y asegúrate de que, llegado el momento, tienen la preparación necesaria para seguir el ritmo de trabajo.

 

3. Organiza y reorganiza

Antes de empezar la campaña, el inventario debe estar al día y todos los productos etiquetados correctamente. Además, si hay experiencias de otros años, puede ser buena idea reorganizar temporalmente el almacén para que sean más accesibles los productos más demandados. 

 

4. Asegura el transporte

En momentos de mayor demanda, el transporte puede ser crítico. Trata de adelantarte abriendo tu abanico de opciones con empresas distintas, por si fuese necesario reforzar la red habitual de transportistas para poder atender la demanda.

 

5. Mantén una buena comunicación con tus clientes

En una cadena de suministro tensionada, la comunicación fluida es fundamental, por eso reforzar el equipo de atención al cliente puede ser una buena idea. 

Mantén siempre informados a tus clientes del estado de su pedido ofreciendo un servicio de tracking. De ese modo, reduces las consultas en un porcentaje muy alto y ofreces confianza. Si hay algún problema o retraso importante, envía un aviso.

Si hay un problema, la buena comunicación puede salvar la experiencia del cliente.

 

6. Revisa la logística inversa

Son días de compras rápidas… y también de devoluciones exprés. El cliente espera que su devolución se gestione con agilidad y sin contratiempos. En condiciones normales no debería haber problema, pero ¿y cuándo el almacén está al tope de su capacidad? 

Quizá necesites destinar recursos extra durante esos días a la logística inversa para que todo funcione correctamente. 

 

7. Haz un simulacro

Es la mejor forma de comprobar el grado de estrés que puede soportar tu organización. Un par de horas trabajando al máximo rendimiento te dirá en qué puntos hay debilidades y dónde hay más posibilidades de que surja un problema, tanto en la parte humana como tecnológica. 

Es decir, ese test de resistencia tiene que poner a prueba todos los recursos, la planificación, los sistemas informáticos, el software de gestión, el equipamiento… Todo.

 

¿Tienes un SGA que responda? Entonces ¡a por el Black Friday!

Revisar la gestión de operaciones, la distribución del almacén y la tecnología puede ayudarle a estar mejor preparado para afrontar los retos como Black Friday u otros.

Pero además, necesitas “un cerebro” que coordine todas las operaciones, y ese es el Sistema de Gestión de Almacén. Un software como SGA TWO, diseñado especialmente para dar respuestas sencillas a las complejidades organizativas de un almacén moderno. 

¿Te lo presentamos? Nos encantaría, solo tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo y te mostramos qué puede hacer SGA TWO por tu almacén. 

Drones aplicados a la logística

Drones aplicados a la logística: así serán los almacenes del futuro

Empezaron utilizándose en la industria militar pero hace ya años que se extienden a otros sectores. Hoy por hoy, los drones son un valioso apoyo en todo tipo de actividades, incluidas las que tienen que ver con el transporte y la logística. 

En concreto, la implementación de drones en las tareas de gestión de almacén va a revolucionar en los próximos años la actividad, que aún se está adaptando a los cambios.

Hoy queremos asomarnos a un futuro, quizá no muy lejano, en el que los drones estén integrados en la actividad logística para las actividades del día a día. ¿Nos acompañas?

 

Los drones en el día a día de un almacén

Vamos a irnos diez años atrás, al momento en que Amazon presentó su proyecto Prime Air, con el que pretendía revolucionar el sector del transporte, especialmente la logística de última milla. 

Entonces (hablamos de 2013) la idea de utilizar drones para entregar pedidos parecía ciencia ficción, o quizá solo una estrategia publicitaria del marketplace gigante.

Tres años más tarde, en 2016, se llevó a cabo la primera prueba real. Fue en el Reino Unido, un cliente recibió su pedido vía dron tan solo 13 minutos después de haber hecho la compra online.

En ese momento era solo un test, pero ya dejaba claro por dónde iban a ir los tiros en el futuro.

Hoy todavía no se ha desarrollado esta tecnología lo suficiente como para que un dron lleve mercancía hasta la puerta del cliente final (excepto pruebas piloto), pero el uso de drones está mucho más normalizado. 

Vigilancia de playas, zonas forestales o cultivos de agricultura extensiva, inspección de infraestructuras de obra civil, monitorización del tráfico, operaciones de salvamento, fotografía aérea, cartografía… La tecnología avanza rápido y los drones actuales pronto serán superados por dispositivos de mayor rendimiento.

La logística de almacén ya los utiliza para mejorar sus operaciones, especialmente en espacios interiores de gran tamaño, con grandes distancias de desplazamiento horizontal y estanterías industriales de gran altura.

¿Van a desplazar los drones a los operarios humanos? No parece posible, al menos a corto y medio plazo, pero su uso sí irá sustituyendo a las personas en las tareas más peligrosas, contribuyendo a disminuir los riesgos para el personal del almacén.

Los operarios seguirán siendo imprescindibles para las tareas de preparación de pedidos y es previsible que surjan nuevos puestos destinados a manejar, gestionar y reparar los drones.

En los próximos 10 años veremos cambios interesantes en las dinámicas de trabajo, en campos como:

 

La gestión del inventario

Se trata de una de las tareas más complejas, que consume mucho tiempo y recursos, especialmente en almacenes de gran tamaño. Los drones ayudarán a actualizar las bases de datos, haciendo las comprobaciones que sean necesarias. Las principales ventajas son:

  • reducción de costes en mano de obra
  • reducción de tareas peligrosas
  • reducción de errores

Hay tecnologías en desarrollo que ensayan la incorporación de escáneres en los drones, lo que permitiría llevar un control exhaustivo y a gran velocidad del inventario, ya que el dispositivo podría trabajar tanto de día como de noche.

Se eliminarían los recuentos que realizan los trabajadores para comprobar existencias, tanto en el caso de inventario periódico como permanente. Una actividad que, especialmente en grandes espacios, requiere tiempo, mucho personal y puede resultar incluso peligroso cuando hay que hacer comprobaciones en altura. 

 

Desplazamientos internos

Los drones pueden transportar piezas dentro del espacio del almacén, más pesadas a medida que la tecnología se perfecciona. Pueden programarse para seguir rutas de vuelo predefinidas y ahorrar muchas horas en desplazamientos interiores.

Al moverse en altura, no obstaculizan otras operaciones, con lo que se multiplica la productividad del almacén.

En un futuro, cuando se incorporen tecnologías de reconocimiento visual y navegación, y aumenten su capacidad de carga, pueden ser clave para las tareas de picking: el dron recibirá instrucciones para recoger determinados artículos y llevarlo a la zona de preparación de pedidos. 

 

Vigilancia e inspección de infraestructuras

De la misma forma que ya se están utilizando drones para labores de vigilancia y seguridad en distintos sectores, pronto se generalizará su uso en almacenes para evitar robos o cualquier tipo de incidente.

Además, serán de gran ayuda para revisar zonas de difícil acceso, como estanterías en altura, colocación de palets, estado de la cubierta o de los sistemas de refrigeración, etc.

Aunque ya es posible encontrar drones funcionando en algunos almacenes, algunos de estos usos todavía están en fase de pruebas y otros aún deben desarrollarse para que sean realmente operativos. 

Aun así, la tendencia del mercado apunta a que su utilización no va a parar de aumentar, a medida que mejore su capacidad de navegación y se desarrollen nuevas soluciones.

 

Si quieres apoyarte en la tecnología para crecer, es el momento

Para mantener tu empresa en el mercado y con un alto nivel de competitividad, es necesario dar los pasos correctos. Uno de ellos es abordar la digitalización de tu negocio, si es que todavía no lo has hecho.

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Transpaleta qué son

Transpaletas: qué son, tipos y qué debes tener en cuenta para elegir la que necesitas en tu almacén

¿Qué utilizas para desplazar la mercancía dentro de tu almacén? Seguramente, una transpaleta. Este dispositivo es uno de los más utilizados en todo tipo de almacenes. Versátil, de funcionamiento sencillo y muy práctica, así es la transpaleta.

Son prácticamente imprescindibles en un almacén. Si estás valorando qué equipo adquirir y cuál es el tipo de transpaleta que más te interesa, este post puede ayudarte.

Para conocerlas un poco más de cerca, te contamos cuáles son los tipos más habituales de transpaleta y las ventajas de cada uno.

 

Qué es una transpaleta y por qué es imprescindible en un almacén

Las transpaletas son dispositivos utilizados en los almacenes para mover cargas paletizadas. Forman parte de la amplia familia de carretillas elevadoras, son la versión más sencilla de este tipo de maquinaria y, precisamente por eso, es una de las primeras opciones a valorar cuando pensamos en equipar nuestro almacén.

Existen básicamente dos tipos de transpaletas: manual y eléctrica.

La primera es la versión más sencilla y fácil de manejar. La segunda incorpora más funcionalidades, gracias a su sistema de elevación eléctrico. Vamos a verlas un poco más de cerca:

 

1. Transpaleta manual

Como decíamos, es la transpaleta más simple y más fácil de manejar.

Consta básicamente de estos elementos:

  • Una empuñadura para dirigirla.
  • Un brazo que conecta con el dispositivo elevador y que sirve para traccionar la transpaleta.
  • Un sistema hidráulico, que permite la elevación de la carga.
  • Dos horquillas en la parte delantera para introducirlas debajo del palet.

El sistema de funcionamiento es bastante básico. La transpaleta se mueve por tracción manual. El operario desliza las horquillas debajo del palet y, mediante el sistema hidráulico, eleva ligeramente  la carga para luego poder desplazarla.

Este tipo de transpaleta es la más utilizada para mover palets de un sitio a otro dentro del almacén. Ocupa poco espacio, por lo que es útil en lugares estrechos. 

Puede cargar hasta 3000 kg (dependiendo del modelo). Lo que siempre hay que tener en cuenta es que las cargas no pueden sobrepasar la capacidad física de la persona responsable de su funcionamiento. 

Por su sencillez, también tiene un mantenimiento sencillo y una larga vida útil. Además, es la transpaleta más económica. Por todas estas razones, es habitual encontrarla en todo tipo de almacenes.

 

2. Transpaleta eléctrica

Si necesitas una transpaleta que permita más posibilidades, el paso siguiente es la versión eléctrica.

En este caso, ya no es el operario quien tiene que mover la máquina. La transpaleta eléctrica tiene un pequeño motor que facilita todos los movimientos, tanto el desplazamiento horizontal como la elevación de la carga.

Por tanto, permite el manejo de cargas mucho más pesadas (dentro de los límites especificados por el fabricante) y recorre mayores distancias en menos tiempo.

Es la indicada para almacenes grandes, que requieren desplazamientos más largos y también son las utilizadas en la carga y descarga de camiones. 

Por otra parte, también son más caras y tienen un mantenimiento un poco más costoso. 

 

La elección de una versión u otra depende de las necesidades del almacén en particular. Elijas la que elijas, en ambos casos, es muy importante formar a los trabajadores para que conozcan los riesgos que implica el manejo de cada una para evitar problemas musculoesqueléticos, lesiones y, en último término, accidentes en el centro de trabajo.

La seguridad en el almacén siempre es una prioridad. 

 

¿Qué uso le vas a dar a la transpaleta en tu almacén?

Eso es lo primero que tienes que definir. Cada almacén tiene unas necesidades específicas y, de la misma forma que no quieres adquirir equipamiento que luego no resuelva las necesidades del día a día, tampoco te interesa invertir en maquinaria con más funcionalidades de las que luego se van a utilizar.

Por tanto, haz un estudio de lo que realmente hace falta para partir desde un punto realista. ¿Qué tienes que analizar?

 

Tamaño de tu almacén

Recuerda que la transpaleta manual se mueve gracias a la fuerza física de un trabajador, lo que le impone limitaciones. 

Por eso es relevante el tamaño del almacén. La transpaleta manual es práctica para desplazamientos cortos (es más reducida y muy manejable) pero si hay que recorrer distancias largas, la eléctrica es más rápida y segura.

 

Altura del almacenaje

La transpaleta manual tiene un margen muy limitado. Generalmente, solo elevan la carga lo suficiente como para asentarla en las horquillas y desplazarla.

Si se necesita una altura mayor, entonces no hay duda: la eléctrica es la opción. Puede elevar la carga hasta un metro.

Si se necesita más, todo es cuestión de analizar modelos y prestaciones, o incluso estudiar otros tipos de carretillas elevadoras con rangos mayores.

Lo importante es elegir una máquina que se ajuste al uso que le vayas a dar.

 

Presupuesto disponible

También es importante contar con ello, porque el precio sube cada vez que se añaden prestaciones. A eso hay que sumar consumos y costes de mantenimiento.

En el otro lado de la balanza, hay que poner el rendimiento que esperamos que aporte, el ahorro de costes en velocidad de trabajo y tiempo empleado.

 

¿Quieres mejorar el equipamiento de tu almacén?

Invertir en mejorar la eficiencia, siempre es una buena decisión. La cuestión es hacerlo con criterio profesional y eligiendo, no solo las mejores soluciones que existen en el mercado, sino aquellas que mejor se adaptan a cada caso.

Porque no hay dos empresas iguales, siempre recomendamos un estudio específico y el consejo de profesionales. ¿Quieres que te ayudemos a implementar mejoras? Llámanos y habla con nuestro equipo. Estaremos encantados de aconsejarte.

Seguridad almacén

Seguridad en el almacén: riesgos más frecuentes + 5 consejos básicos de prevención

Un almacén debe ser seguro para las personas que trabajan en él. En toda actividad existen riesgos, pero es indispensable minimizarlos, tomando las medidas preventivas indicadas en cada caso según el tipo de actividad.

Operarios, conductores de vehículos… Para evitar daños personales es necesario identificar y conocer los peligros a los que pueden verse expuestos los trabajadores del almacén. 

¿Sabes cuáles son? ¿Y qué medidas básicas de seguridad se deben tomar?

Vamos a ver más sobre ello. 

 

Atención, estos son los riesgos más frecuentes en un almacén

Para que un almacén sea verdaderamente eficiente, es necesario trabajar con seguridad, respetar las normas básicas de prevención, utilizar los equipos de protección adecuados… Y conocer bien los riesgos según el tipo de almacén.

>> ¿Cuántos tipos de almacén conoces? Estos son los principales y sus características. 

Toma nota de los 3 riesgos más habituales dentro del almacén:

 

Caídas

Es uno de los accidentes más comunes. Pueden ser caídas al mismo nivel, sin diferencia de altura. Suelen tener lugar al acceder a la mercancía, o porque existan objetos mal ubicados en zonas de paso, o bien porque se hayan producido derrames de líquidos y no se hayan señalizado convenientemente.

Otro tipo de caídas son las que se producen desde lugares de altura, por ejemplo: caídas en huecos o aberturas de plataformas, desde escaleras de acceso a estructuras elevadas, en los muelles de carga y descarga, etc.

 

Desplomes o desprendimientos

Las estructuras pueden derrumbarse porque estén en mal estado, sobrecargadas, mal ancladas, etc.

También pueden producirse desplomes de mercancías mal apiladas o sin asegurar correctamente.

Cuando se manipula la mercancía, especialmente cuando se hace de forma manual, se vigilará que la carga no sea excesiva, que esté asegurada para evitar desplazamientos, que tenga los agarres apropiados y que no existan elementos susceptibles de causar cortes, abrasiones, etc.

 

Golpes, atrapamientos y atropellos

Los operarios pueden sufrir lesiones por golpearse contra objetos inmóviles, como estanterías, escaleras o incluso objetos que obstaculizan las zonas de paso o están indebidamente señalizados dentro del espacio de trabajo.

También pueden producirse golpes contra elementos móviles o maquinaria de distinto tipo: carretillas elevadoras, transpaletas, retractilados, cintas transportadoras, etc. 

Precisamente, trabajando con estos elementos móviles, es cuando pueden producirse atrapamientos. O también pueden suceder accediendo a las plataformas de carga o descarga, o por que se produzca el vuelco de un vehículo.

Los operarios que trabajen con maquinaria con partes móviles no deben llevar ningún elemento que pueda ser atrapado por la máquina: cadenas, un foulard o una bufanda, ropa de trabajo holgada, el pelo suelto, etc. 

Es importante también respetar las normas de seguridad cuando hay circulación de vehículos en las zonas de trabajo, para evitar que se produzcan atropellos.

 

Existen más riesgos a los que se debe prestar atención, en función del tipo de actividad que se desarrolle en cada almacén.

Por ejemplo, si se trabaja con mercancías peligrosas puede existir riesgo alto de incendio, explosión, intoxicación, etc. Cada producto dispone en esos casos de su protocolo de actuación.

También pueden producirse lesiones por exceso de ruido, iluminación deficiente, etc. Y son muy habituales los problemas musculares por sobreesfuerzos y posturas forzadas manejando cargas. 

 

5 normas básicas de seguridad en el almacén

Los riesgos dentro de un almacén pueden ser de diferente tipo según el tipo de mercancía almacenada, los protocolos de trabajo, las características de la instalación y otros factores (pincha aquí para conocer las claves de un buen layout o diseño de almacén). 

Aunque, según cada caso, habrá normativa específica, sí hay unas cuantas normas básicas que se deben seguir en todos los casos para prevenir incidentes. 

Son estas:

 

1. Señalización de las salidas de emergencia

Además de bien señalizadas, las salidas de emergencia deben mantenerse despejadas y libres de obstáculos para que resulten efectivas en el caso de que haya que evacuar el almacén. 

También deben estar señalizados los extintores, mangueras y alarmas. 

 

2. Protección en altura

Siempre que sea posible se deben utilizar medios mecánicos. Si se utiliza la carretilla elevadora para izar a personas, siempre con medios homologados. 

En el caso de que se utilice una escalera manual para trabajos a más de dos metros de altura, deben estar homologadas y situadas en lugares firmes y sin desniveles. Nunca una escalera debe ser utilizada por dos operarios y tampoco se deben izar pesos elevados que puedan comprometer la seguridad del trabajador.

 

3. Iluminación y ventilación 

No importa cuál sea el puesto de trabajo, en todos los casos debe tener luz suficiente para realizar la actividad. Si la iluminación natural no basta, es necesario instalar puntos de luz. 

También debe haber buena ventilación, especialmente si se trabaja con productos o materiales tóxicos.

 

4. Uso de Equipos de Protección Individual

Los EPI los proporcionará la empresa y serán los adecuados para proteger al trabajador de los riesgos inherentes a la actividad que realice: guantes, gafas, orejeras, casco, calzado reforzado, etc.

Las zonas de trabajo donde es obligatorio el uso de casco, guantes u otros elementos de seguridad deben estar señalizadas.

 

5. Formación

Para que los propios operarios conozcan los riesgos y puedan actuar con la prudencia necesaria, la formación es clave, tal como recoge la Ley 31/95 de Prevención de riesgos laborales. 

Más allá, es conveniente que la formación en prevención forme parte de la cultura de empresa y que los trabajadores asuman que es una forma de velar por su propia seguridad y la de sus compañeros.

 

¿Necesitas mejorar la seguridad de tu almacén?

Un almacén está en constante evolución hacia una mayor eficiencia, mejor aprovechamiento de recursos y más alta seguridad. 

Si en este momento piensas en cómo mejorar las condiciones del tuyo y necesitas asesoramiento, ponte en contacto con nosotros. Te daremos soluciones adaptadas a tu empresa.